Torra desobedece y los lazos se quedan

Los lazos amarillos y las esteladas seguirán en los edificios de la Generalitat. Esta es la decisión que tomó ayer el president, Quim Torra, contraviniendo la orden dictada el lunes por la Junta Electoral Central (JEC), que le daba 48 horas para quitar estos símbolos por considerarlos “partidistas”. A través de un comunicado, justo cuando se cumplía el plazo marcado por el máximo órgano de la administración electoral para completar la retirada, Torra constató la “dificultad legal” para cumplir con el requerimiento debido al gran número de edificios con los que cuentan las instituciones de autogobierno en el terrritorio. Igualmente, anunció que presentará alegaciones contra la decisión de la JEC. Con todo, explicó que la bandera estelada representa el anhelo de libertad de Catalunya y es una reivindicación “democrática, legítima, legal y no violenta”. En este sentido, criticó al Estado por pretender que censure la libertad de expresión. “En mis funciones como president, tengo que respetar la libertad de expresión de los empleados públicos”. Igualmente, en relación con los lazos amarillos, Torra señaló que la prohibición de estos símbolos bajo el pretexto de mantener la “neutralidad política” de las instituciones esconde un posicionamiento de la JEC “en favor de los postulados de los partidos que han atacado sistemáticamente este tipo de manifestación”. Al hilo de esto, el president también recordó que el Parlament ya rechazó dos proposiciones de ley que instaban a prohibir los lazos amarillos en los espacios públicos y en los edificios públicos.