Guardias civiles denuncian escraches en Lleida y La Seu en el Supremo

Varios guardias civiles declararon ayer ante el tribunal que juzga a líderes del procés que sufrieron hostigamiento”, “temor” y “tensión” en escraches a los cuarteles y hoteles donde se alojaban los agentes antes y después del 1-O, si bien precisaron que no hubo riesgo de asalto, ni detenidos ni agresiones. En concreto declararon diez agentes que fueron testigos de algunos de los 117 escraches que la Benemérita ha contabilizado contra sus agentes.

Entre los episodios citados ayer por los agentes, hubo dos a hoteles de La Seu d’Urgell que alojaban guardias civiles y que provocaron que los propietarios no renovaran sus reservas. Se quejaron del protagonismo de bomberos uniformados que se unieron a las protestas subidos a un camión con la sirena. “Pusieron la sirena, apoyando el escrache y dándose un baño de masas con la gente que estaba allí”, dijo uno de los agentes. Uno de ellos relató que vivió varias concentraciones ante el hotel, una el 3 de octubre de hasta un millar de personas que gritaban, hacían caceroladas y “tocaban las palmas”. También relató“cánticos e insultos”.

Agentes de la Benemérita acusan a bomberos de “darse un baño de masas” en las protestas

También testificaron dos agentes que explicaron que al día siguiente del referéndum, cuando paseaban de paisano por Lleida, vieron que los seguía una persona que les grabó con teléfono y les increpó porque les había reconocido el día antes, cuando intervinieron en Artesa. “Nos dijo hijos de puta, que nos cagaríamos y que nos iban a matar”, explicó. Subió las imágenes Facebook con frases como “a estos animales no los quiero en mi país”. Los abogados Jordi Pina y Benet Salellas les preguntaron si recordaban que en esta publicación también ponía que la gente mantuviera la “calma” y no cayera en provocaciones. Ninguno lo recordaba. El juzgado penal 2 de Lleida condenó a 8 meses de prisión este hombre acusado de amenazar a los agentes.

Ayer también declararon cuatro mossos, tres de los cuales resultaron heridos el 20-S en un registro de Sabadell donde recibieron patadas, puñetazos y golpes con cascos, según explicaron. Una mossa negó haber enviado un whatsapp animando a la gente a participar en los escraches. El mensaje decía: “Fem que Lleida sigui la Calella de ponent, a cantar havaneres”.