Villarejo admite que la Policía espió a Pablo Iglesias

El excomisario José Villarejo declaró ayer como imputado sobre la documentación que poseía del líder de Podemos, Pablo Iglesias. Villarejo negó que obtuviera la información de una “operación política” sino que la consiguió a través de una “investigación policial” y que solo la “vehiculizó” en el ámbito policial. Así lo expuso su abogado, Antonio José García Cabrera, a la salida del juicio en el que el excomisario declaró como testigo a petición propia para dar su versión sobre la autoría del 11M, que en una carta atribuía a servicios secretos franceses y marroquíes. Aprovechando su traslado a la Audiencia Nacional desde la prisión Estremera, en la que lleva más de un año interno, el juez del caso decidió interrogarle acerca de la documentación intervenida procedente de un teléfono móvil que le fue sustraído a una colaboradora de Podemos en 2016. El abogado también defendió que Villarejo no participó en “ninguna campaña” ni que hubiera robado documentos o un pendrive con información del líder de la formación morada y recalcó que no hizo “ningún uso indebido de esa información”.

En referencia a su declaración sobre el 11M, Villarejo solicitó al juez que analizara la documentación que se le intervino en 2017 cuando fue detenido porque, según alegó, puede corregir “líneas de investigación erróneas” sobre los “autores reales” del ataque cometido en Madrid en marzo de 2004.

Marlaska y Podemos arremeten contra el Gobierno del PP que nombró a Villarejo

Por su parte la cabeza de lista de Unidas Podemos por las Palmas, Victoria Rosell, señaló que detrás del excomisario Villarejo “parece estar el Gobierno que lo nombró y lo sostuvo”, y lamentó que las actividades presuntamente ilícitas del policía “dañan profundamente a las instituciones” y fomentan un desprestigio difícil de rehabilitar. El ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, afirmó que ha llegado el momento que se pidan “responsabilidades políticas” a los anteriores dirigentes del ministerio que ocupa por la supuesta vinculación en el caso y la sustracción de un teléfono con información de Iglesias.