POLÍTICA CATALANA
Boya deja la cúpula de la CUP tras denunciar “agresiones psicológicas”
Señala a un militante de la formación y abandona la política catalana para cuidarse|| La formación se compromete a trabajar por espacios seguros para las mujeres
La aranesa Mireia Boya anunció ayer que dimite como miembro del Secretariat Nacional de la CUP y que abandona de la política catalana para coger “aire y fuerzas”. En una carta publicada en Twitter, Boya revela que durante su periodo como diputada sufrió un “episodio continuado de agresión psicológica” por parte de un compañero que le ha supuesto una gestión emocional complicada que todavía está abierta.
La cupaire explicó que con la dificultad de la última legislatura por el referéndum del 1-O y la posterior “represión” del Estado decidió “esconder bajo una coraza” los problemas de salud. Ahora, sin embargo, al coincidir de nuevo con esta persona en las tareas de miembro del Secretariat Nacional con el recuerdo de los “comportamientos agresivos” y “roles de poder” ha decidido marchar por “cuidarse”. “Me voy consciente de dejar el reto colectivo de mejorar la gestión de las agresiones machistas”, afirmó.
Tras explicar que ha tenido que coincidir con el compañero en el Secretariat Nacional, dijo que a pesar de pedir evitarlo, ha visto con “tristeza cómo las organizaciones tendemos a cambiar las prioridades, a olvidarlas ya hacer periférico lo que realmente importa y no paramos de repetir: las personas y los cuidados en el centro”. “Me he ido por eso, necesito tiempo para cuidarme”, concluyó.
La noticia, en la que no aclaraba quién era el compañero que ha provocado su abandono y daba pie a especulaciones, tuvo una gran repercusión a lo largo de la mañana. Horas después matizó que la persona que la “agredió psicológicamente” durante su periodo en el Parlament ni era miembro del grupo parlamentario de la CUP ni es miembro de la actual Secretariat Nacional. “Un militante con quien he tenido que compartir espacios para las labores derivadas de mi cargo.”, concretó. “Una vez más nos centramos en el quién y no en el qué. Os pido respeto, rigor y tiempo”, comentó. También criticó los “rumores” que se habían generado al respecto.
Por su parte, el Secretariat Nacional de la CUP lamentó la dimisión de Mireia Boya “y las causas que la han motivado”. En un comunicado, la formación “reitera su compromiso de seguir trabajando para garantizar espacios seguros y libres de violencias”.
“Las violencias machistas tienen un abanico infinito de formas, expresiones y manifestaciones. Por ello hay que ser muy cuidadoso a la hora de clasificarlas y abordar estas situaciones y los contextos en que se dan”, señaló la organización en un comunicado. Con todo, matizó que “en el caso concreto de la violencia psicológica es a menudo un tipo de violencia difícil de percibir y tiene sus propios procesos de abordaje, que dependen de las personas implicadas y que tiene una complejidad muy grande”. En la actualidad, la CUP está ultimando un protocolo ante agresiones machistas que ahora se debate en asambleas locales y que está en fase de enmiendas.