PANORAMA
Un jefe policial dice que en Lleida en el 1-O se enfrentaron a 'actuaciones muy complicadas'
Afirma que pararon las cargas al percatarse de que un hombre había sufrido un infarto en La Mariola || Guardias civiles dicen que mossos les insultaron días después de la consulta en la capital del Segrià
“Actuaciones muy complicadas”. Con esta definición se refirió el comisario jefe de la brigada de información de la Jefatura Superior de Policía de Catalunya, Juan Manuel Quintela, a las intervenciones que el cuerpo policial que comanda efecuó en algunos centros de votación de Lleida durante el 1-O. Durante su declaración como testigo en la vigesimoquinta sesión del juicio contra la cúpula independentista por el referéndum en el Tribunal Supremo, Quintela ejemplificó que, en las cargas en uno de los colegios electorales de la capital del Segrià, resultaron heridos hasta diez agentes. Asimismo, sostuvo que la Policía Nacional detuvo su intervención en el centro de votación de La Mariola cuando se percató de que un hombre había sufrido un infarto. “Detuvimos el operativo por ello a pesar de la agresividad de la gente”, manifestó. Estas afirmaciones contradijeron la versión del infartado, Enric Sirvent, que, en febrero, ante el juzgado de instrucción número 4 de Lleida identificó a un agente de la Policía Nacional que presuntamente le dio una patada y a otro que estuvo implicado en la agresión. Además, su abogado defensor, Jaume Alonso-Cuevillas, sostuvo que era evidente que los agentes habían omitido su deber de socorro.
Por otra parte, dos guardias civiles relataron ante el tribunal que juzga el procés que una pareja de Mossos d’Esquadra les insultó en Lleida el día después del referéndum. “Mira, ahí van los piolines, nos dijeron”, sostuvieron ambos. Asimismo, uno de ellos añadió que les aplaudieron, junto a otros ciudadanos, y que un mosso, acto seguido, afirmó estar “hasta los huevos de la Guardia Civil”. También les afeó haber “golpeado a sus padres, amigos y abuelos” durante el 1-O. “Sois unos hijos de puta”, concluyó el agente de la Policía catalana según la versión del guardia civil.