CONFLICTO VIOLENCIA
Combates en el polvorín libio
Enfrentamientos entre el Gobierno de Trípoli y las fuerzas del mariscal Haftar cerca de la capital || El G7 pide contención y Rusia culpa a la OTAN de la crisis por haber acabado con Gadafi
Casi una década después de la primavera árabe, que levantó a los ciudadanos de numerosos países de Oriente Próximo y del norte de África en contra de sus dirigentes, la de Libia sigue siendo una de las heridas abiertas más sangrantes de aquellas revueltas populares (más información en la columna). Desde la caída de Muamar el Gadafi en 2011, el país norteafricano se ha visto envuelto en una continua inestabilidad que ha derivado en que, hoy en día, haya dos Gobiernos distintos. Uno reconocido por la comunidad internacional y asentado en Trípoli, la capital. Otro apoyado militarmente por el mariscal de campo Jalifa Haftar con sede en la ciudad de Tobruk, en el este. En 2016, llegaron a coexistir hasta tres Ejecutivos diferentes.
La escalada militar entre los dos poderes que pugnan por el control de Libia no ha hecho más que ir en aumento en los últimos días. Así, este jueves, Haftar ordenó a sus tropas avanzar hacia Trípoli, mientras se encontraba en la ciudad de visita oficial el secretario general de la ONU, António Guterres. Ni veinticuatro horas después, las fuerzas del Gobierno internacionalmente reconocido capturaban a 150 efectivos del mariscal a 40 kilómetros de la capital, en Zawiya. En esta operación, también se incautaron 60 vehículos. En paralelo, se inteceptó un barco rebelde, haciendo prisioneros a varios de los combatientes que iban a bordo. Con todo, Haftar se hizo con el control del antiguo aeropuerto de Trípoli el viernes, situado a 25 kilómetros de la principal urbe libia. Ya lo advirtió en ese momento el portavoz de las fuerzas de Haftar, Ahmed al Mismari, que avisó de que “nuestra operación no se detendrá hasta lograr los objetivos”. Sin embargo, ayer mismo el ministro del Interior de Trípoli, Fazi al Bashaga, anunció que las fuerzas que les son leales ya “controlan completamente” estas instalaciones. Entretanto, iniciaron un bombardeo sobre las posiciones de Haftar en la periferia de la capital. No obstante, se estima que los rebeldes del este controlan el 70% del territorio de Libia.
El Gobierno de Trípoli y Haftar pugnan por controlar el aeropuerto de la capital libia
Ante este escenario, los ministros de Exteriores del G7 pidieron al mariscal Haftar que detenga su ofensiva. Mientras, el ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov culpó a la OTAN de haber provocado la crisis derrocando a Muamar el Gadafi.