PANORAMA
Un jefe de la Policía Nacional señala a los CDR por la organización del 1-O
Guardias civiles afirman que la “masa” les persiguió y admiten que lanzaron gases irritantes || Agentes relatan una “lluvia de conos e insultos” durante la jornada
Los testimonios de numerosos agentes de la Policía Nacional y de la Guardia Civil protagonizaron la jornada de ayer en el juicio que se sigue en el Tribunal Supremo contra los líderes del procés. Una de las declaraciones que más se extendió fue la del comisario principal de la unidad central de información de la Policía Nacional, identificado con el código TIP19196, y que actuó como comisionado de información en Barcelona en el marco del dispositivo para intentar impedir el 1-O. “Los CDR organizaron muy bien el referéndum, gracias a su clandestinidad”, manifestó, a la vez que insistió en que “la gente estaba organizada y dirigida por los CDR” y que el objetivo de estos grupos era “ralentizar nuestra actuación”. El mando policial, que también aseguró que desconocía que el dispositivo de la Policía catalana iba a consistir en enviar a un binomio de agentes a cada colegio electoral, también sostuvo que “equipos camuflados de los Mossos nos siguieron”. Igualmente, indicó que “se usó la fuerza en algunos colegios para cumplir con el mandato judicial” y añadió que “si hubo un exceso de fuerza en alguna intervención lo están investigando algunos juzgados”. El policía también acusó a la consellera cesada de Enseñanza, Clara Ponsatí, de “ofrecer una gran resistencia”, a lo que añadió que “llevaba escolta”. Además, aseguró que, en las intervenciones, “se garantizó la seguridad en detrimento de la nuestra”. Por otra parte, el inspector que redactó el acta número 1 de las intervenciones en varios centros del distrito de Ciutat Vella, en Barcelona, relató que los agentes fueron sometidos a una “lluvia de conos”, golpes con paraguas e insultos por los votantes. “No vi a ningún ciudadano herido”, manifestó el agente con la identificación TIP105992.
En sintonía con los policías nacionales, los agentes de la Guardia Civil explicaron que salieron corriendo de varios centros de votación porque la “masa” les perseguía y temían por su integridad física. En este sentido, dos de los guardias civiles que testificaron dijeron haber sufrido sendas fracturas de dedos que les obligaron a permanecer cinco meses de baja. Otros agentes, que intervinieron en Mont-roig del Camp, admitieron, por su parte, haber lanzado gases irritantes contra los votantes pero como recurso de “autodefensa” y para “rectificar el comportamiento” de los concentrados. Al hilo de esto, un guardia civil dijo que resultó herido en la intervención en dicha localidad tarraconense. No obstante, precisó que la lesión fue fruto de la “acción fortuita de un compañero”.