WIKILEAKS CONFLICTO
Assange, detenido por Reino Unido
El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, fue detenido ayer por la policía británica en la embajada de Ecuador en Londres, después de que las autoridades ecuatorianas le retirasen la inmunidad diplomática que le había protegido durante los últimos siete años de la Justicia de Reino Unido, “por violar reiteradamente las convenciones internacionales y el protocolo de convivencia”, que le reclama por haber violado la libertad condicional en 2012 y, según se reveló tras su arresto, para atender una petición de extradición de EEUU por conspirar para infiltrarse en ordenadores gubernamentales.
Assange, de 47 años, permanecía refugiado en la legación diplomática desde 2012 para esquivar una petición de extradición de Suecia, que entonces reclamaba su entrega por dos presuntas violaciones, aunque el periodista siempre ha defendido que el objetivo último era extraditarle a EEUU.
La mujer que acusó de violación a Assange pide a la Fiscalía sueca que reabra el caso
Horas después de su detención, un juez de la Corte de Westminster le declaró culpable por haber infringido los términos de su libertad condicional cuando decidió no presentarse ante la Justicia para responder a la petición de extradición desde Suecia y se asiló en la embajada ecuatoriana. Recibirá una pena de hasta 12 meses en el Reino Unido cuando sea sentenciado más adelante y, además una de sus presuntas víctimas de abusos ha pedido reabrir su caso a la Fiscalía.
Sin embargo, el mayor riesgo para Assange es la petición de extradición desde EEUU, que le fue comunicada en comisaria tras su arresto. Según un portavoz de Scotland Yard, el informático y activista fue detenido “en nombre de las autoridades de EEUU” y “en virtud de la Sección 73 de la ley de Extradición”, mientras que la abogada de Assange, Jennifer Robinson, indicó que Washington emitió en diciembre de 2017 una orden de arresto contra el periodista por conspirar con Chelsea Manning, la soldado estadounidense que filtró cables diplomáticos confidenciales. Poco después, el departamento de Justicia de EEUU desveló por primera vez que los cargos que esgrime contra Assange: conspiración para infiltrarse en ordenadores del Gobierno con información clasificada, cargo por el que podría ser condenado a una pena de hasta cinco años de prisión.
Por su parte, Moscú denunció que la detención de Assange es un atentado contra la libertad. “La mano de la ‘democracia’ estrangula la libertad”, escribió en Facebook la portavoz del ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova.
Las “interferencias en Catalunya”, claves para su expulsión Tras la detención de Assange, el embajador ecuatoriano en Londres, Jaime Marchán, afirmó que el fundador de WikiLeaks era “continuamente un problema” para Ecuador, que también ha revocado la nacionalidad que le concedió al informático a finales de 2017. “Interfirió con las elecciones de EEUU, interfirió también con el asunto interno de Catalunya e interfería en la política ecuatoriana haciendo declaraciones todo el tiempo”, dijo el diplomático. El presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, aseguró por su parte que Assange transgredió reiteradamente las convenciones internacionales sobre asilo diplomático.