Un agente que actuó en Lleida el 1-O acusa a los votantes de la EOI de montar “barricadas”

La sesión de ayer del juicio que se sigue en el Tribunal Supremo contra los líderes del procés por los presuntos delitos que se les atribuyen en relación con el 1-O estuvo ayer monopolizada por los testimonios de agentes que intervinieron en el operativo en Barcelona, Tarragona, Girona y Lleida para tratar de impedir la celebración del referéndum. El último de los policías en testificar en la jornada, identificado con el número TIP 87688, formó parte del contingente que entró en la Escuela Oficial de Idiomas (EOI) de la capital del Segrià. “La gente hizo una cadena humana para bloquear la entrada”, relató, a la vez que subrayó que “en primera fila colocaron a ancianos y a niños de entre 4 y 8 años”. Puntualizó que “también había una persona con silla de ruedas”. El policía, que cifró en 300 personas el número de concentrados a las puertas de este colegio electoral, también acusó a los votantes de montar “barricadas” con mesas colocadas unas sobre las otras para dificultar la intervención, y de escupir a los agentes “en multitud de ocasiones”. “Tardamos más de una hora en completar la intervención”, declaró.

El policía, que criticó la actitud “pasiva” y “distante” de los mossos que estaban en la EOI, explicó que encontraron 8 urnas, tres tablets y material electoral. “Cuando nos vieron con las urnas, las quisieron recuperar”, aseguró. También puntualizó que los vehículos “estaban rodeados de votantes” y que “no identificamos a nadie que liderara a las personas de aquel centro”.

Un agente afirma que les escupieron y que tardaron más de una hora en completar la intervención

El resto de agentes que se sentaron ante los siete magistrados que decidirán el futuro más inmediato de los doce líderes independentistas sentados en el banquillo reiteraron el relato violento que han venido sostenido los policías y guardias civiles que han declarado en anteriores sesiones. Así, el jefe de la Policía Nacional en Girona durante el referéndum, identificado como TIP 66175, justificó el uso de porras contra los votantes presentes en el CEIP Verd de la capital del Gironès porque eran “violentos”. Asimismo, aseguró haber presenciado como los concentrados usaban a menores de escudos humanos. “En el interior del centro había gente con niños. Salieron niños de dentro y los interponían prácticamente entre nosotros y los que estaban imprimiendo violencia”, remarcó.

En sintonía con estas manifestaciones, un policía que participó en el operativo para frenar la votación en Escoles Pies de Barcelona reconoció haber “golpeado a gente” con la porra. No obstante, precisó que lo hizo para “auxiliar” a compañeros que “estaban rodeados” de votantes. “Nos tiraron motos, incluso una moto encima”, aseveró este agente, que también acusó a los concentrados de tener “preparados” adoquines y vallas para lanzarlas contra ellos. Igualmente, uno de los policías que entró en el Institut Torreforta de Tarragona relató que “intentamos sacar las urnas pero nos las quitaron en tres ocasiones”. “A uno de los compañeros que recuperó una urna le dieron un puñetazo, cayó al suelo y ahí le patearon”. Otro de sus compañeros, que también intervino en ese centro de votación, afirmó que los votantes tarraconenses les pegaron.

Protesta contra las preguntas de la defensa de Cuixart La fiscal Consuelo Madrigal protestó ayer por las preguntas formuladas a los agentes que declaran como testigos en el juicio del 1-O por la defensa del presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart. “Parece que nos encontremos en un juicio por la actuación policial”, criticó, a la vez que subrayó que “no se está juzgando a la Policía”. Al hilo de esto, el presidente del tribunal, Manuel Marchena, pidió a los letrados de Cuixart, Marina Roig y Àlex Solà que interroguen sobre lo que los testigos “vieron” y no en base a lo que ellos “consideran acreditado”.