ASIA TERRORISMO
Una pareja gallega, entre los ya 290 muertos en los atentados de Sri Lanka del domingo
Estaban alojados en uno de los hoteles atacados y han sido identificados por sus tatuajes || El gobierno esrilanqués cree que los ataques fueron obra de un grupo islamista local con ayuda extranjera
Una pareja gallega está entre los fallecidos en los atentados que tuvieron lugar el pasado fin de semana en Sri Lanka, en los que hubo al menos 290 muertos y se produjeron más de medio millar de heridos.
Se trata de María González Vicente y Alberto Chaves. Ella, vecina de Pontecesures (Pontevedra) de 31 años, había ido a visitar a su pareja, un joven de también 31 años de Rianxo (A Coruña), empleado de una empresa de congelados de Vigo que tiene sede en la India. Ambos estaban alojados en uno de los hoteles atacados.
En los atentados murieron tres de los cuatro hijos del hombre más rico de Dinamarca
El alcalde de Pontecesures, Juan Manuel Vidal explicó que las familias recibieron ayer la noticia por parte de fuentes diplomáticas tras confirmar “a través de unos tatuajes” la identificación de los fallecidos.
A primera hora de la mañana de ayer, el portavoz de la Policía de Sri Lanka, Ruwan Gunasekara, elevó el número de víctimas mortales a 290 y el número de heridos a 500 en los atentados simultáneos a tres iglesias y a tres hoteles de lujo en la nación asiática.
Al menos 32 extranjeros se encuentran entre los fallecidos y 30 más están hospitalizados.
Entre las víctimas mortales se encuentran tres de los cuatro hijos, todos menores, del hombre más rico de Dinamarca, Anders Holch Povlsen, principal accionista del portal de moda Asos y dueño de la firma Bestseller.
Tras la jornada sangrienta del domingo, ayer por la tarde se reeditó el temor a un nuevo atentado cuando se reportó una explosión cerca de la capitalina iglesia de San Antonio, una de las atacadas el domingo.
Gunasekara confirmó que la detonación tuvo lugar cuando un equipo de artilleros trataba de desactivar una bomba hallada a poca distancia de la iglesia, y añadió que no se produjeron víctimas.
Las autoridades esrilanquesas precisaron que varios atacantes suicidas hicieron detonar sus explosivos de forma simultánea en hoteles de lujo y una iglesia en Colombo, otra en Katana, en el oeste del país, y una tercera en la oriental ciudad de Batticaloa.
Las explosiones continuaron horas después con una séptima detonación en un pequeño hotel situado a unos cien metros del zoo de Dehiwala, a una decena de kilómetros al sur de la capital, y la última en un complejo residencial en Dematagoda, también en Colombo.
De momento, ningún grupo armado ha reivindicado la autoría de este ataque terrorista, aunque el Gobierno del este país asiático cree que los atentados habrían sido perpetrados por un grupo islamista local llamado National Thowheeth Jama’ath (NTJ) con la ayuda de una “red internacional”.
El ministro de Sanidad, Rajith Senaratne, informó que una agencia de Inteligencia extranjera avisó que los terroristas locales podían atentar contra iglesias cristianas.
Wickremesinghe no fue informado al estar excluido de las reuniones informativas sobre Inteligencia desde la crisis política que estalló el año pasado en la isla asiática.
Descoordinación total entre el primer ministro y la presidencia El primer ministro de Sri Lanka, Ranil Wickremesinghe, no recibió la información de Inteligencia que alertaba sobre la posibilidad de que se produjera un gran atentado como el ocurrido el domingo, debido al pulso político que mantiene con el presidente, Maithripala Sirisena.