DIPLOMACIA COREA
Putin le muestra su apoyo a Kim Jong-Un en su pulso con Trump
El presidente ruso ve “posible” una desnuclearización si hay “garantías de seguridad”
El presidente ruso Vladimír Putin, se reunió ayer por primera vez con el líder norcoreano, Kim Jong-Un, al que prestó su apoyo para hacer frente al tenso pulso que mantiene con Estados Unidos para la desnuclearización de la península de Corea. Solo dos meses después del fracaso de la segunda cumbre entre Kim y el presidente norteamericano, Donald Trum, celebrada en Hanói, Putin aprovechó la oportunidad de defender la soberanía de Pionyang y aseguró que “sólo necesitan garantías de seguridad” para la desnuclearización. El presidente ruso también insistió en que desde el Kremlim abogan por un desarme nuclear del régimen norcoreano, algo que ven “posible”.
Pionyang, por su parte, ya ha propuesto implementar una desnuclearización gradual siempre que vaya acompañada de un levantamiento progresivo de sanciones, una opción que cuenta con las simpatías de Seúl, Pekín y el propio Moscú pero que Washington no apoya.
En un ambiente de cordialidad, Putin alentó al presidente de la primera dinastía comunista de la historia a normalizar las situaciones con Estados Unidos y desarrollar operaciones conjuntas con su vecina peninsular, Corea del Sur.
En su comparecencia, el presidente ruso aseguró que “no hay secretos” ni “conspiraciones” ante EEUU sobre la desnuclearización de la península coreana y, aseguró que Moscú y Washington comparten el interés en el desarme de Corea del Norte. Putin también aseguró que tratará el tema con los líderes chinos en su próxima visita a Beijin, “discutiremos este tema tan abiertamente con el liderazgo de los Estados Unidos. La posición de Rusia siempre ha sido transparente”, afirmó.
Putin, también subrayó que unas negociaciones a seis con China, Japón, EEUU, las dos Coreas y Rusia sería algo necesario en el caso que Pionyang exigiera unas “garantías internacionales” y no solo a Washington y a Seúl.
Por su parte, el líder norcoreano, que no hizo declaraciones tras la cumbre, aseguró que había visitado Vladivostok para tratar “las vías para un arreglo pacífico” del conflicto nuclear, que, en su opinión, es un “interés prioritario” en el mundo.
Por su parte el mandatario de Corea del Sur, Moon Jae-in, expresó su deseo de que la conversación entre los dos líderes sirva para reactivar el dialogo.