Tensión en las calles de Venezuela por las movilizaciones de opositores y chavistas

Miles de venezolanos se congregan ayer por segundo día consecutivo en las calles de Caracas y otras ciudades del país en respuesta a los llamamientos realizados por el mandatario Nicolás Maduro y el autoproclamado presidente Juan Guaidó. Este, que es presidente de la Asamblea Nacional, llamó a sus simpatizantes de “toda Venezuela” a volver a llenar las calles de Caracas para derrocar el Gobierno de Nicolás Maduro en una “rebelión pacífica” e instó a hacer “paros escalonados” hasta lograr una huelga general asegurando que la llamada ‘Operación Libertad’ ya no tiene “vuelta atrás”. En respuesta a la movilización de la oposición en la capital, Maduro concentró a sus simpatizantes alrededor del palacio de Miraflores. Mientras, la Guardia Nacional Bolivariana se enfrentó a los simpatizantes de Guaidó dejando al menos a ocho personas heridas en Caracas debido a la violencia suscitada en alguna de las concentraciones en las que se usaron gases lacrimógenos y perdigones del lado de la fuerza pública así como piedras y cócteles molotov por parte de algunos manifestantes.

Por otro lado, Rusia acusó a EEUU de “interferir” en Venezuela y negó que Nicolás Maduro estuviera preparándose para salir del país hasta que el Kremlin le persuadió de que no lo hiciera, como aseguró el martes el secretario de Estado de EE UU, Mike Pompeo, que ayer también aseguró que su país está preparado para intervenir en el conflicto si “fuera necesario” hacerlo, palabras que luego fueron desmentidas por El Pentágono.

La ONU muestra su preocupación por el “uso excesivo de la fuerza” contra los manifestantes

Los altercados sufridos en Venezuela fueron condenados por el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos en un comunicado donde denunciaron “el uso excesivo de la fuerza cometido por las fuerzas de seguridad contra manifestantes en Venezuela”.

Leopoldo López se refugia en la embajada española, pero no pide asilo Tras la jornada de levantamiento militar en Venezuela el pasado martes, el dirigente opositor Leopoldo López se refugió en la residencia del embajador de España en Caracas tras haberlo hecho primero en la de Chile. López no solicitó asilo político, pese a que su abogado, Javier Cremades, aseguró que podría hacerlo. Fuentes de Moncloa aclararon que López, junto a su mujer y su hija de tan solo 15 meses, están refugiados allí “por decisión propia” y hasta el momento, “no han pedido asilo”. A expensas de lo que suceda a partir de ahora, la Embajada española en Caracas reforzó su seguridad con agentes del Grupo de Operaciones Especiales (GEOS). El opositor, que cumplía una pena de casi 14 años de prisión en régimen de arresto domiciliario, fue liberado por militares con un “indulto presidencial” de Juan Guaidó, reconocido como presidente encargado por más de cincuenta países, entre los que se incluye España. Por su parte, el líder del PP, Pablo Casado, exigió al presidente Pedro Sánchez que garantizara la seguridad de López y su familia, mientras Pablo Iglesias insistió en que Sánchez se equivocó en reconocer a Guaidó como presidente.