'Hablar en Mauthausen de presos políticos es indecente'

La polémica entre el Gobierno central y el de la Generalitat a raíz de un acto de homenaje a los deportados republicanos organizado por las instituciones catalanas en las instalaciones del campo de concentración nazi de Mauthausen, en Austria, el domingo, en el que Gemma Domènech, directora general de Memòria Democràtica, recordó a los “presos políticos” del procés, vivió ayer un nuevo capítulo protagonizado por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. Así, después de que la titular de Justicia, Dolores Delgado, se marchara del acto después de escuchar la calificación con la que Domènech se refirió a los líderes independentistas en prisión preventiva por los delitos que se les atribuyen en relación con el referéndum del 1-O, ayer Grande-Marlaska manifestó que es una “indecencia intelectual” hablar de los “presos políticos” en un lugar como Mauthausen. “Es muy difícil encontrar la palabra exacta, pero yo diría que es una indecencia intelectual”, manifestó el ministro. Las palabras de Grande-Marlaska no cayeron en saco roto y la diputada electa de JxCat Laura Borràs aseguró que lo que constituye una “indecencia” es que “un Govern legítimo esté en la prisión y en el exilio”. “Una indecencia no solamente intelectual, también material porque el 155 lo hizo posible, el PSOE lo hizo posible, y esta es la más grande de las indecencias”, manifestó.

Mientras tanto, la portavoz de ERC, la leridana Marta Vilalta, arremetió contra la decisión de la ministra Delgado de abandonar el acto de homenaje cuando se utilizó la expresión “presos políticos”. En este sentido, tachó de “lamentable” este comportamiento y recordó que el conseller cesado de Exteriores, Raül Romeva, que precisamente está en la cárcel desde hace más de un año, “trabajó para impulsar la memoria histórica”. “Si a alguien no le gusta oir presos políticos, que haga algo y no mantenga a presos políticos en el Estado español”, zanjó.