PANORAMA
Marchena se enfrenta a testigos y abogados el día en que Anna Simó avala a Forcadell
El tribunal que juzga a los líderes soberanistas sale en defensa del juez || La exsecretaria del Parlament recuerda que dijo en una reunión que la declaración de independencia “no tendría efectos jurídicos”
La sesión del juicio a los líderes independentistas en el Tribunal Supremo tuvo en buena medida al magistrado Manuel Marchena como protagonista al cortar en varias ocasiones a testigos propuestos por la defensa de Jordi Cuixart. Una jornada en la que las declaraciones más esperadas eran las de los ex miembros de la Mesa del Parlament Lluís Corominas y la leridana Anna Simó, quienes defendieron que todas las decisiones del órgano de la Cámara catalana con Carme Forcadell como presidenta se ajustaron al reglamento.
Ayer tuvo lugar el interrogatorio más accidentado hasta la fecha, protagonizado por la filósofa Marina Garcés, después de otro también con un choque entre el juez y el abogado Lluís Matamala, que quería hablar en catalán. Marchena les reprendió con dureza por introducir lo que consideró como valoraciones personales constantes en sus respuestas que “no importan ni interesan a la Sala”, por tratar de debatir respecto al uso del catalán y por llevar guiones para responder. La situación fue tan tensa que por vez primera la Sala hizo público su “profundo malestar” por la que calificó como “intolerable” actitud de algunos abogados y sus testigos que supone toda una “provocación”. El abogado Benet Salellas protestó y remachó que el tribunal sí aceptó “las percepciones de los testigos del 1-O cuando eran agentes policiales”. Denunció “vulneración de derechos fundamentales continuada” y optó por no hacer más preguntas. “Mucho mejor”, concluyó Marchena.
El abogado de Cuixart denuncia “vulneración de derechos fundamentales continuada”
Por la tarde, Lluís Corominas y Anna Simó, investigados por desobediencia al TSJC, defendieron en el Supremo que todas las resoluciones que pasaron por la Mesa se ajustaron al reglamento y que debían tramitarlas sin entrar en el fondo o valorar si podían ser anticonstitucionales. Además, argumentaron que la actuación de Forcadell “fue igual” que la del resto de miembros, que no les dio ninguna indicación de lo que tenían que hacer y que nunca usó el voto de calidad de la presidencia. Simó remarcó que en una reunión de la Mesa defendió que las propuestas de resolución del 27 de octubre (donde estaba la declaración de independencia) “no tendrían efectos jurídicos”, tal como les había comunicado los letrados del Parlament. “Una portavoz insistió en decir lo contrario y opté por aclararlo, que es que lo que habían dicho anteriormente los letrados”, dijo Simó, y aclaró que no se trataba de Carme Forcadell.
Una testigo rechaza que Justicia financiara el referéndum La subdirectora de gestión económica del departamento de Justicia, Montserrat Mintró, señaló ayer en el juicio que de la conselleria de Carles Mundó no salió ningún gasto para el 1-O, que había órdenes expresas del conseller de no contratar con Unipost, y que, en cualquier caso, desde mediados de septiembre hasta el 19 de octubre, las cuentas estaban bloqueadas.