Sánchez propone ahora a los catalanes Batet y Cruz para presidir el Congreso y el Senado

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, propuso ayer a la actual ministra en funciones de Política Territorial y Función Pública, Meritxell Batet (PSC), para presidir el Congreso de los Diputados y al cabeza de lista por el Senado en Barcelona, Manuel Cruz, para presidir la Cámara Alta, en la Ejecutiva Federal de ayer tras el veto de la mayoría independentista del Parlament la designación del líder del PSC, Miquel Iceta, como senador.

El PSOE mantendrá a Cruz como presidente del Senado aunque el Tribunal Constitucional falle a favor de la designación de Iceta como senador autonómico. Así lo confirmaron tanto el secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, como la ministra portavoz del Gobierno Isabel Celaá. También lo hizo el propio Iceta en una entrevista a RAC1, asegurando que Cruz no será “un presidente interino”.

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Batet es en la actualidad, de 46 años, además de ministra en funciones, es secretaria de Impulso Federal de la Ejecutiva del PSC y ha sido una de las figuras claves del Gobierno de Sánchez en el diálogo con la Generalitat.

Mientras, Manuel Cruz, de 68 años y próximo a Iceta, fue el cabeza de lista socialista al Senado por Barcelona en las elecciones generales, es uno de los impulsores del federalismo y del diálogo como solución al conflicto político en Catalunya.

El PSOE difundió, además, un comunicado en el que informaba de que había alcanzado un acuerdo con Unidas Podemos para la composición de la Mesa del Congreso.

La composición final será de tres miembros del PSOE, dos de Unidas Podemos, dos del PP y dos de Cs, por lo que, como se había previsto, ni los partidos nacionalistas ni Vox contarán con representación en el órgano de la Cámara.

Asimismo, el PSOE renuncia a su mayoría absoluta en la Mesa del Senado –donde le correspondían 5 miembros y dos al PP–, al ceder un representante al PNV y otro al PP, con lo que la composición de este órgano quedará con tres miembros del PSOE, tres del PP y uno del PNV.

Por otra parte, Ábalos pidió la abstención de Cs en el debate de investidura de Sánchez como presidente del Gobierno “por la estabilidad de España” y recordó que los socialistas facilitaron que Mariano Rajoy se convirtiera en presidente del Gobierno en 2016 por los mismos motivos.

Ábalos hizo esta petición explícita reconociendo que le “gustaría más confiar en la abstención” de la formación de Albert Rivera “en aras de la estabilidad” y para que les “libren de esas dependencias” en las que les quieren “avocar de depender de los independentistas”.

También lo pidió Celaá, quien solicitó a las fuerzas “constitucionalistas”, en referencia a PP y a Cs, que se abstengan, recordándoles que “no se debe contar con las fuerzas independentistas”.

Además, Celaá estimó que la investidura de Sánchez como presidente del Gobierno será, previsiblemente, “a principios de julio”.

La ministra portavoz en funciones destacó que, pese al agradecimiento del Gobierno a Unidas Podemos por su “colaboración” con el Ejecutivo estos diez meses, “sigue vigente la vocación de Sánchez y del Gobierno para trabajar en solitario” en su programa llegando a acuerdos con las distintas fuerzas políticas.

Sin embargo, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, insistió en que la fórmula para apoyar la investidura de Sánchez es acordar un gobierno de coalición, por lo que rechazó que su formación quede relegada a secretarías de Estado o con direcciones generales en un eventual acuerdo.

Desde Cs, Inés Arrimadas criticó que Sánchez “premie” a Batet porque considera que defendió un referéndum.

Recordó algunas declaraciones con las que cree que Batet cede ante el independentismo, como cuando dijo que la Constitución no se debe imponer: “Esto es el sanchismo, esto es lo que nos viene, es la degradación del PSOE”.