PANORAMA
La suspensión de los presos podría facilitar la investidura de Sánchez
Sin los cuatro diputados, la mayoría absoluta baja a 174 y no necesitaría los votos independentistas || El Supremo deja en manos de la Cámara Baja la decisión
La nueva Mesa del Congreso, que se constituye hoy, deberá ocuparse de decidir si suspende las funciones de los cuatro diputados electos en prisión preventiva, Oriol Junqueras (ERC), Josep Rull, Jordi Sànchez y Jordi Turrull (JxCat), o no. En virtud del artículo 384 bis de la Ley de Enjuciamiento Criminal podrían ser suspendidos para ejercer sus funciones mientras estén en prisión provisional acusados de un delito de rebelión.
El Supremo ha dejado en manos de la Cámara Bajala “patata caliente”. Junto al auto que dictó la semana pasada por el que autorizó a los presos a asistir a la sesión de investidura, se acompaña un oficio de apenas cuatro líneas en el que la Sala informa de que remite a la Mesa del Congreso la decisión de suspender o no a Junqueras, Sànchez, Turull (diputado por Lleida) y Rull. El artículo 21.2 de reglamento de la Cámara Baja establece que cualquier diputado quedará suspendido de sus derechos y deberes parlamentarios “cuando, concedida por la Cámara la autorización objeto de un suplicatorio y firme el auto de procesamiento, se hallare en situación de prisión preventiva y mientras dure ésta”.
Un caso similar ocurrió cuando el entonces juez encargado de la instrucción del procés, Pablo Llarena, suspendió a Puigdemont, Junqueras, Sànchez, Rull, Turull y Romeva de su condición de diputados en el Parlament.
La decisión que tome la Mesa, que presidirá Meritxell Batet, podría ser clave de cara a la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno, pues los cuatro diputados soberanistas perderían su derecho a votar. La falta de estos cuatro diputados provocaría que la mayoría absoluta del la Cámara Baja pasara de los 176 diputados a los 174. Esto podría llevar al líder socialista a ser investido como Presidente del Gobierno en la primera ronda de votaciones sin necesidad de contar con el apoyo de los partidos independentistas, ya que alcanzaría la mayoría necesaria sin ellos.
Con un Congreso dibujado con 4 diputados menos, Pedro Sánchez contaría con el apoyo de su grupo parlamentario, Podemos, Compromís y los nacionalistas vascos para apoyar su investidura, lo que supondría el apoyo de 173 diputados y la negativa de PP, Ciudadanos, Vox, Navarra Suma, ERC, JxCat y Bildu, que sumarían en total 171 diputados. Todo quedaría en manos de los dos diputados de Coalición Canaria, que tendrían que facilitar la investidura mediante su abstención. Así el líder socialista podría resultar elegido presidente en una primera votación.
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El Supremo devuelve la decisión sobre la suspensión de los presos al Congreso