ELECCIONES
Girona debe gestionar su crecimiento
Girona ha superado en la legislatura que termina los cien mil habitantes y precisamente el nuevo consistorio deberá gestionar el crecimiento de la ciudad, que cierra cuatro años de gobierno con tres alcaldes. Carles Puigdemont cedió la vara del alcalde cuando accedió a la presidencia de la Generalitat en enero de 2016 en lo que era una gran sorpresa política ante el veto de la CUP a Artur Mas en el Parlament. Puigdemont quiso que su sucesor fuera Albert Ballesta, quien luego acabó dejando el puesto a Marta Madrenas por la polémica generada en torno al incremento de su sueldo. Entre los grandes debates de la campaña de estas elecciones han estado, además del proyecto nacional, otros que se repiten en otros puntos de Catalunya, como son la gestión del turismo, un sector con repercusión económica capital y generador de empleo y riqueza pero que al mismo tiempo comporta también problemas y necesidades de servicios adicionales. Un ejemplo de los problemas se aprecia en la presión que ejerce el turismo en especial con el Barri Vell. El plan especial de la Devesa, que se encuentra paralizado por falta de consenso, también se apunta como uno de los puntos importantes a los que dar una solución por parte del nuevo ayuntamiento que salga directamente de las urnas o que posibiliten los pactos. La mejora de la seguridad y la necesidad de poder garantizar vivienda de calidad y asequible para sus ciudadanos son otros puntos que han centrado los mensajes por los candidatos. Madrenas se presenta a la reelección por Junts per Girona y se medirá en las urnas con Quim Ayats (ERC), Sílvia Paneque (PSC), Lluc Salella (Guanyem Girona), Concepció Veray (PP) y Daniel Pamplona (Cs) como los alcaldables con las listas con más posibilidades de conseguir representación.