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Maragall mira a JxCAT y Colau, y esta quiere un gobierno con ERC y PSC
Los socialistas, dispuestos a hacer “lo que haga falta” para frenar una alcaldía de Esquerra|| Artadi pide un poder “100% independentista” y Valls amenaza a Cs
La ajustada victoria cosechada por el candidato de ERC a la alcaldía de Barcelona, Ernest Maragall, en las elecciones del domingo sobre la hasta ahora primera edil, Ada Colau, ha dejado abierta la puerta a la conformación de mayorías alternativas a la liderada por el republicano. En este sentido, el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, se comprometió ayer a hacer “lo que haga falta” para evitar que el consistorio de la ciudad condal caiga en manos independentistas. Así, admitió que los contactos con Barcelona en Comú ya han comenzado y que, pese a la ruptura del pacto de Gobierno de 2015 a raíz del 155, “lo único que hemos descartado es hacer alcalde a un independentista”. En paralelo, Colau propuso a PSC y ERC acordar un tripartito de izquierdas y afeó a Maragall que el domingo “sólo hablara en clave catalana”. Mientras, el republicano apostó también por un pacto a tres, pero con JxCat y los comunes, para construir un Gobierno “de amplio espectro”. No obstante, reconoció que los “vetos mutuos” impuestos entre la candidatura de Joaquim Forn y la de Colau, puede dificultar este escenario. Además, tachó de “inverosímil” la posibilidad de que se proponga otro nombre para la alcaldía. Por otra parte, la número dos de la lista de JxCat, Elsa Artadi, animó a Maragall a articular un Ejecutivo “cien por cien independentista”, mientras que la alcaldable de la CUP, Anna Saliente, que no logró entrar en el consistorio, abogó por un replanteamiento de la estrategia a seguir por los anticapitalistas. Entretanto, Manuel Valls, candidato avalado por Cs y que mejoró los resultados del partido naranja de 2015, advirtió de que si los de Albert Rivera llegan a pactos con los ultras de Vox en Madrid, romperá con ellos. En paralelo, el cabeza de lista del PP en estos comicios, Josep Bou, que entró por la mínima, dejó abierta la posibilidad de renunciar a su asiento en el consistorio.