Hacia una investidura a fuego lento

A fuego lento y sin prisas. Este será el eje central sobre el que pivoten los tempos de la negociación que el presidente del Gobierno central en funciones, Pedro Sánchez, empezará mañana con los líderes de los tres principales partidos de la oposición, el popular Pablo Casado, Albert Rivera, de Cs, y Pablo Iglesias, de Unidas Podemos. Si todo marcha tal y como está previsto, tanto Casado como Rivera reiterarán ante Sánchez que no puede contar con sus votos para la investidura. Ello, a pesar de que la expresidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre, del PP, manifestó el sábado que no vería con malos ojos una abstención de los populares para facilitar la reelección de Sánchez y evitar así que dependa de los independentistas para gobernar. Mientras, todo apunta a que Iglesias volverá a plantear ante el líder de los socialistas su intención de conformar un Ejecutivo de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos. Esta posibilidad, que diversos miembros del Gabinete del PSOE han reconocido que está sobre la mesa, parece no ser del agrado de Sánchez, que ha venido apostando por un Consejo de Ministros formado por socialistas e independientes de prestigio, en la línea del actual Gobierno en funciones. Con todo, por mucho que PSOE y Unidas Podemos logren un entendimiento de cara a la investidura de Sánchez, necesitarán de los votos de formaciones nacionalistas y regionalistas para sacar adelante el nombramiento del presidente del Gobierno central. En este sentido, serán claves los votos del PNV, que cuenta con 6 asientos en el Congreso. Además, los socialistas necesitarán el voto afirmativo del diputado de Compromís, Joan Baldoví, que ha puesto el foco en la reforma del sistema de financiación autonómica, y también del Partido Regionalista Cántabro (PRC), que ha hecho hincapié en la mejora de las infraestructuras de Cantabria. Esta alianza de PSOE, UP, PNV, Compromís y PRC sumaría 173 diputados. Así las cosas, y a pesar de que cuatro parlamentarios independentistas no podrán a priori votar en la investidura, Sánchez necesitaría de un voto más para ganar la segunda votación, en la que le vale el apoyo de la mayoría simple de los diputados para ser nombrado jefe del Ejecutivo central. Es aquí donde la vía navarra toma fuerza. Y es que el diputado de UPN en el Congreso, Javier Esparza, vería bien abstenerse en la investidura de Sánchez a cambio de que los socialistas entreguen el Gobierno foral a Navarra Suma (N+) y renuncien a una coalición que incluiría a EH Bildu. La abstención de Esparza haría que los síes fueran 173 y los nos 172, lo que sería suficiente para Sánchez. Sin embargo, todavía falta tiempo para la sesión de investidura y el PSOE se lo toma con calma, tiene la mirada en la primera quincena de julio. Antes tiene que cerrar gobiernos municipales y autonómicos.