El Supremo no permite a Junqueras recoger su acta como eurodiputado

El Tribunal Supremo ha rechazado concederle al líder de ERC, Oriol Junqueras, un permiso extraordinario para que pueda salir de prisión el lunes para asistir al Congreso a jurar su cargo como eurodiputado, un trámite que debía hacer frente a la Junta Electoral Central. En su auto, los magistrados, que durante cuatro meses lo han juzgado en el juicio del procés, argumentan que su negativa se debe a que podría producirse un “peligro irreversible” para el final de la causa abierta contra él, cuando todavía falta que se llegue a una sentencia. Apuntan que tendría que salir del Estado para ir a Bruselas y eso implicaría la “pérdida del control jurisdiccional” y de la prisión preventiva que afecta al líder republicano. También subrayan que no se trata de una pérdida “irreversible” de su derecho de participación sino “un aplazamiento temporal” y que, más adelante y según cuál sea la sentencia, “pueden desaparecer los obstáculos” que le impiden tener la condición de eurodiputado. El tribunal tomó su decisión haciendo caso a la Fiscalía y no a la abogacía del Estado, que sí quería que se le diera el permiso para acreditarse como eurodiputado al Congreso.

La decisión del tribunal llegó el mismo día que el Boletín Oficial del Estado publicó los nombres de los 54 eurodiputados electos, entre los que aparecen Carles Puigdemont y Toni Comín, de Lliures per Europa, y Oriol Junqueras.

El auto del Supremo fue criticada por ERC que se refirió al veto como “un atentado contra la democracia” y también por Carles Puigdemont, que tildó la decisión de “una vergüenza y una injusticia”.

Por su parte, la portavoz del Gobierno en funciones, Isabel Celaá, afirmó ayer que la decisión del Tribunal Supremo “no debería” complicar el camino hacia la investidura de Pedro Sánchez, porque “el camino de la política y el de la Justicia no deberían cruzarse”. En esta línea, Celaá también aprovechó para reclamarle a Ciudadanos que no obstaculice la investidura y tenga una actitud constructiva dado que la alternativa a que gobierne el PSOE es volver a celebrar unas nuevas elecciones.

BARCELONA

El candidato a la alcaldía de Barcelona y líder de la formación Barcelona pel Canvi-Cs, Manuel Valls, habría cobrado un sueldo mensual de 20.000 euros netos de un grupo de empresarios catalanes y madrileños durante su operación para aspirar a la alcaldía, según publicó ayer el diario Ara.

Valls empezó a recibir estas retribución desde el pasado otoño a través de una ronda de financiación con un grupo de empresarios barceloneses a los que el líder de Canvi-Cs pidió su colaboración financiera.

Los apoyos económicos recibidos para la campaña electoral también incluían una retribución personal para el propio Valls, que triplicaba los 7.239 euros brutos mensuales que cobraba como miembro de la Asamblea francesa.

De hecho, de acuerdo con las fuentes consultadas por el rotativo, Valls justificó la petición porque tenía que dejar su cargo de diputado y mantenerse en Barcelona, además de financiar la campaña electoral de su formación.

Una larga lista de conocidos empresarios catalanes se vieron con Valls en varias cenas de apoyo a la campaña municipal, y le ofrecieron apoyo económico o lo ayudaron a encontrarlo para financiar su campaña. El resultado, logrando seis concejales, no fue el esperado pero sus votos serán clave para poder cerrar el paso a que ERC consiga la alcaldía de Barcelona.

Por su parte, Ernest Maragall, cuestionó ayer si el candidato de la plataforma BCN Canvi-Cs “respetó todos los límites de gasto electoral” en la campaña de las elecciones municipales del 26 de mayo. “Nadie puede alegar que ahora nos enteremos de a quién representa y quién hay detrás de Manuel Valls. ¿Su campaña electoral respetó todos los límites de gasto electoral?”, preguntó. El partido de Valls se gastó 178.000 euros en el periodo estricto de la campaña, el máximo que tenían permitido los partidos que competían por el ayuntamiento de Barcelona.