POLÍTICA ESPAÑOLA
Sánchez esgrime Catalunya para vetar una coalición con Podemos
El socialista e Iglesias hablan por teléfono sin lograr desbloquear las negociaciones|| El líder del PSOE quiere cambiar la Constitución para impedir futuros bloqueos
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, aseguró ayer que un Ejecutivo de coalición con Unidas Podemos es inviable debido a las discrepancias que existen entre ambas formaciones en las cuestiones de Estado, sobre todo en las que tienen que ver con la situación en Catalunya, pero que su intención es seguir negociando con el partido liderada por Pablo Iglesias. Sánchez recordó que la formación morada recurrió contra la aplicación del 155, se mostró a favor del derecho a la autodeterminación y considera que los líderes independentista son “presos políticos”. Sánchez aseguró que, ante la sentencia del Tribunal Supremo, el Gobierno español debería actuar como “una sola voz” y esas diferencias no facilitarían un funcionamiento en esta línea. Por su parte, Iglesias contestó que para que las negociaciones puedan seguir adelante el PSOE debe renunciar a su idea de tener un Gobierno “monocolor” y afeó que Sánchez anunciará por televisión la intención de volver a negociar con él sin haberlo avisado.
Los dos líderes, que después de estas declaraciones mantuvieron una conversación telefónica, aseguraron que las posturas de ambas formaciones continúan en la misma línea y que las negociaciones para formar gobierno permanecen estancadas.
Sánchez recuerda que Podemos recurrió la aplicación del 155 en Catalunya
Por otro lado, el presidente en funciones adelantó que el primer acuerdo de Estado que propondrá tras su investidura será una reforma del artículo 99 de la Constitución para impedir que se vuelva a bloquear la investidura. Esta reforma obligaría a sumar una difícil mayoría en las Cortes de 210 diputados y 159 senadores. Además, debería ser sometida a referéndum si así lo piden una décima parte de los parlamentarios.
Iglesias se mostró en contra de la reforma propuesta por el presidente del Ejecutivo en funciones y defendió que el sistema vigente es bueno porque “obliga a los partidos a entenderse”. Por su parte desde Ciudadanos también se mostraron contrarios. El PP coincidió con los socialistas en evitar bloqueos, pero no cambiarla la Constitución.