Iglesias tiende la mano a Sánchez y achaca su veto a la presión del Ibex

A solo seis días para el debate de investidura y sin visos de que vaya a haber un nuevo acercamiento entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, los dirigentes del PSOE y de Unidas Podemos se enzarzaron ayer en una guerra de argumentos para justificar sus posiciones. Si el lunes fue Sánchez quien daba por rotas las negociaciones con Iglesias por convocar una consulta “trucada” a su militancia, ayer fue el líder de Podemos quien aseguró que no tira la toalla, que aún ve posible el acuerdo y que está dispuesto a ceder.

Acto seguido, eso sí, Iglesias volvió a defender estar en el Consejo de Ministros “a las órdenes” de Sánchez, porque cree que para que España tenga “el Gobierno más progresista de la historia” hay que “compartir el poder”. Aseguró que Sánchez nunca le ha dicho que quisiera vetarlo en el Consejo de Ministros, aunque cree que las presiones para no pactar un gobierno de coalición provienen del Ibex 35, los medios de comunicación y la banca. Insistió en que él podría “jugar un papel” en el Gobierno. Añadió, en cualquier caso, que si se vuelven a sentar a negociar él está dispuesto a “ceder”, aunque no aclaró en qué.

Irene Montero asegura que si retoman las negociaciones no habrá líneas rojas

A sus palabras se unen las de la portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Irene Montero, quien tras pedir al PSOE retomar la negociación “sin vetos ni líneas rojas” aseguró que también su partido iría sin líneas rojas a la mesa.

Eso sí, como medida de presión, Podemos bloqueó con su único voto la elección como presidenta de La Rioja de la socialista Concha Andreu, que les había ofrecido cargos intermedios.

Mientras, la portavoz del Gobierno, Isabel Celaá, pidió a Iglesias que renuncie a su consulta con preguntas “inducidas” o al menos que “corrija su propia marcha” para poder seguir negociando. Pero la vicepresidenta Carmen Calvo ni siquiera habló de la posibilidad de retomar el diálogo y reconoció que Sánchez tiene ya la vista puesta en el debate que se inicia el lunes 22 de julio y en el discurso que el candidato dará para pedir la confianza del Congreso.

madrid

El portavoz parlamentario de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, insistió ayer en que su partido no bloqueará la investidura del presidente del Gobierno y candidato socialista, Pedro Sánchez, pero no aclaró si se abstendrá o le apoyará, una decisión que la Ejecutiva de su partido adoptará este viernes.

Así lo puso de manifiesto Rufián en rueda de prensa en la Cámara Baja tras la reunión de algo más de una hora que junto a la diputada de ERC Carolina Telechea mantuvo con su homóloga del PSOE, Adriana Lastra, y con su ‘número dos’, Rafael Simancas.

Un encuentro “cordial”, dijo, en el que ERC volvió a reiterar a los socialistas la necesidad de que esta sea la legislatura del “diálogo”, de la negociación y “del retorno de un conflicto político a la política”.

Por su parte, Lastra, acusó al líder de Podemos, Pablo Iglesias, de haberse “negado a negociar” desde las elecciones generales y de haber perseguido como único objetivo “imponer” al candidato socialista la presencia de determinados miembros de Podemos en el Consejo de Ministros. “No puede pretender tener un gobierno paralelo a su servicio”, le avisó Lastra.

Mientras, el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, se mostró un tanto pesimista sobre la posibilidad de que el PSOE y Podemos puedan reconducir la negociación para apoyar la investidura de Pedro Sánchez pero urgió a que haya gobierno “de una vez”.