SUCESOS VIOLENCIA
Una joven es violada en el baño de un bar en Barcelona
Por un camarero, aprovechando que la víctima estaba ebria || El sospechoso sostiene que las relaciones fueron consentidas
Un camarero de un bar situado en el Eixample de Barcelona fue detenido por los Mossos d’Esquadra en la madrugada de ayer como presunto autor de un delito de agresión sexual a una joven clienta del establecimiento que se encontraba en estado de embriagadez. Los hechos ocurrieron en el interior de los lavabos del bar El Desván, en la Gran Via de les Corts Catalanes. La víctima se encontraba con sus amigas en este local cuando se levantó para ir al baño y perdió un poco el equilibrio, lo que denotó su embriagadez. En ese momento, según el relato de los testigos, el camarero, de 33 años y nacionalidad colombiana, la habría seguido hasta el excusado y la habría violado. Fueron las amigas de la joven las que se percataron de lo sucedido y avisaron al teléfono de emergencias. En pocos minutos, agentes de los Mossos d’Esquadra de la comisaría de la Plaça d’Espanya de la ciudad condal se presentaron en pocos minutos en el lugar y detuvieron al camarero como presunto autor de los hechos. El arrestado admitió haber mantenido relaciones sexuales con la víctima. Sin embargo, sostuvo que en todo momento fueron consentidas. La joven fue trasladada a un centro hospitalario para que ser sometida una exploración .
En otro orden de cosas, la Guardia Urbana de Barcelona y los Mossos d’Esquadra doblaron en las noches del viernes y de ayer su presencia en la zona de ocio del Port Olímpic de Barcelona después de los episodios violentos vividos en las últimas semanas y que hace unos días acabó con la paliza mortal a un ciudadano de origen chino.
Mayor presencia de Mossos y Guardia Urbana en el Port Olímpic para evitar altercados
Dos furgonetas de antidisturbios están presentes en la zona hasta la madrugada y, desde el miércoles, una treitenta de agentes patrullan las 24 horas del día. En opinión de los trabajadores y usuarios del Port Olímpic, la falta de patrullas policiales eran notoria. También los restauradores habían notado un descenso en el número de turistas que pasaban por la zona debido a la sensación de inseguridad imperante.