TRIBUNALES
Caride Simón, autor del atentado de Hipercor, sale de prisión tras 26 años
Desde finales de 2017 está en libertad condicional por orden de la Audiencia Nacional
El etarra Rafael Caride Simón, uno de los etarras arrepentidos acogidos a la llamada "vía Nanclares", saldrá de prisión este domingo tras cumplir su condena, como uno de los autores materiales del atentado de Hipercor en Barcelona en 1987
Fuentes jurídicas han informado de que el histórico etarra liquida condena este domingo 18 de agosto tras haber pasado 26 años en prisión, 19 en España y otros 7 en Francia. Desde finales de 2017 está en libertad condicional por orden de la Audiencia Nacional.
Condenado a 790 años de cárcel por el atentado de Hipercor de 1987, perpetrado por el "comando Barcelona", mantuvo en los últimos años encuentros con las víctimas de ese atentado, a los que expresó su sentimiento de culpa por el daño causado.
En noviembre de 2017, la Audiencia Nacional aceptó flexibilizar las condiciones de las condenas de cuatro etarras arrepentidos acogidos a la vía Nanclares que se encontraban en la fase final de sus condenas. De hecho, Caride Simón es uno de los últimos etarras arrepentidos que quedaban por salir, añaden las fuentes.
El juez central de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional, José Luis Castro, recordó entonces que el etarra manifestó por escrito su renuncia, rechazo y arrepentimiento por los hechos por los que fue condenado y evidenció su desvinculación con ETA.
Para tomar esta decisión, tuvo en cuenta el avanzado grado de cumplimiento de su condena, su buena conducta penitenciaria y que cuenta con apoyo familiar y con hábitos laborables consolidados.
Caride Simón, de 73 años, aceptó ser voluntario en un proyecto de integración para personas en situación de riesgo, principalmente población penitenciaria en el régimen de Guipúzcoa.
Pese a tratarse de un etarra arrepentido, desde la AVT afirman a Efe que las víctimas acogen con "resignación" su inminente salida de prisión aunque entienden que ha cumplido con su condena y muestran su "preocupación" ante la posibilidad de que el etarra pueda ser recibido con un homenaje. No obstante, confían en que esto no se produzca al tratarse de un preso arrepentido.