Gota fría con dos muertos, grandes destrozos y decenas de evacuados en el sureste español

Los peores pronósticos se confirmaron y una gota fría extraordinariamente intensa descargó ayer toda su furia sobre el sur de la provincia de València, en la de Alicante, en el este de la de Albacete y en la Región de Murcia. Desde la madrugada, las precipitaciones se cebaron con las comarcas de La Costera y La Vall d’Albaida. En 24 horas, sobre Ontinyent cayeron 297 litros por metro cuadrado, el récord absoluto desde 1917. El río Clariano se desbordó a su paso por esta localidad y obligó a desalojar a los vecinos del barrio de La Cantereria, muy cercano al cauce. Mientras, en Aielo de Malferit, las aguas de este río arrancaron de cuajo un puente del siglo XVI. Al mismo tiempo, se salió de madre el río Cànyoles en Moixent, donde la rambla de La Costera arrastró algunos vehículos a primera hora de la mañana. Tres personas tuvieron que ser rescatadas de las aguas del Cànyoles a su paso por la localidad de Canals. El episodio más trágico del día, sin embargo, se produjo en el camino de La Font de la Figuera, en el término albaceteño de Caudete. Dos hermanos de 51 y 61 años murieron ahogados al ser su coche arrastrado por las aguas. En el mismo Caudete y en Almansa, hubo rescates de personas atrapadas en coches y tejados. A lo largo de la jornada, la borrasca se desplazó hacia el sur, impactando sobre Orihuela, donde se produjeron numerosos destrozos. También en Murcia se desalojaron a 80 personas de un barrio de la localidad de Blanca. La previsión es que hoy siga lloviendo y se puedan superar acumulaciones de 1.000 litros por metro cuadrado.

Decenas de carreteras cortadas y miles de alumnos sin colegio

La intensa gota fría que barrió ayer la mitad sur del País Valenciano, Albacete y Murcia obligó a cortar numerosas carreteras por acumulación de agua y desprendimientos, también algunas de la red principal como la autovía A-31 entre Almansa y Villena. Incluso Orihuela se quedó aislada momentáneamente. En paralelo, las clases fueron suspendidas en más de doscientos municipios y miles de alumnos se quedaron sin clases. Hubo asimismo problemas de circulación en la red ferroviaria. Algunos trenes sufrieron importantes retrasos mientras que un convoy Intercity Madrid-València fue suspendido.