JUZGADO SUCESOS
La asesina de Gabriel tenía las manos manchadas de tierra cuando fue detenida
Agentes de la Guardia Civil que realizaron el seguimiento y detención de Ana Julia Quezada, la autora confesa de la muerte del pequeño Gabriel, relataron ayer durante la cuarta sesión del juicio por el crimen que la acusada tenía “tierra en sus manos” y en la “sudadera” a consecuencia de “haber desenterrado el cadáver del menor” cuando fue detenida portando en cuerpo del niño en el maletero del vehículo. Además añadieron que no poseía suficientes medicamentos como para quitarse la vida en su domicilio, lo que hace cuestiona la tesis de la autora confesa del crimen de que quería suicidarse.
Uno de los comandantes que llevó la investigación declaró ayer que los investigadores llegaron a pensar que “además del hecho cometido”, refiriéndose a la muerte del niño, “quería ganar dinero”. El comandante apuntó que barajaban esa posibilidad porque es una mujer “a la que le gusta el dinero” y era probable que quisiera cobrar una recompensa por el pequeño, algo que pensaban antes de descubrir que estaba muerto. Por su parte, la defensa de Quezada manifestó que “no” se “está manteniendo la igualdad” en la vista oral y afirmó que se estaba “lesionando” el derecho a la defensa de su clienta. El letra se pronunció así durante la sesión del juicio en la que formuló varias protestas por las decisiones adoptadas durante el interrogatorio de los testigos. Por otro lado, el abogado de la familia del niño señaló que la defensa está “tumbada desde que empezó el asunto” a pensar de que “ha intentado disfrazar de accidente lo que no es”. A la salida del juicio la madre de Gabriel, Patricia Ramírez, pidió que “se actúe urgentemente en la adopción de un pacto de estado que prohíba” emitir datos relativos a “cómo” murió su hijo.