PROCÉS JUICIO POR EL 1-O
Jordi Pina: «Si la fiscal general fuera de Vox, vale; ¡pero es del PSOE!»
Abogado de Jordi Sànchez, Jordi Turull y Josep Rull
AJordi Pina, abogado de Jordi Sànchez, Jordi Turull y Josep Rull, le parece “un insulto” que la fiscal general del Estado, María José Segarra, pusiera en duda esta semana la imparcialidad de las prisiones catalanas. “Si fuera de Vox, diría vale; pero es que es del Partido Socialista, y lo que afirma es un aviso para navegantes: según lo que hagáis con los presos, nos los llevamos”. Pina, que estuvo el viernes en Lleida en un acto de la ANC, dice que no puede prever la sentencia porque en este caso “hace años que no existe el sentido común”.
¿Qué expectativas tiene a pocos días de la sentencia?
No sabría qué decir. Ahora ya aparece ese runrún en el que algunos periodistas filtran informaciones privilegiadas y eso te pone más nervioso. Nosotros estamos esperanzados y contentos de cómo fue el juicio.
Pero abogados aparte, casi nadie más plantea la posibilidad de una absolución. Ni entre el independentismo ni entre el unionismo. Todo el mundo parece que da por supuesto que habrá condena, y además que será dura.
Hay algo significativo: no han dejado libres a los presos antes de la sentencia. ASandro Rosell lo llevábamos también en nuestro despacho. Pau Molins, en las cuestiones previas, pidió la libertad y le dejaron libre. Era un vaticinio de lo que podía pasar, y luego vino la absolución. En el caso de los presos políticos no los han liberado. Pero yo sigo pensando, y ellos también, que el juicio fue bien, tanto como para que se dicte una sentencia absolutoria. Yo no digo que los absuelvan a todos, pero puede que a algunos sí. A partir de aquí todo el mundo hace volar coloms y dice cosas que pueden ser de sentido común, desde el independentismo y desde el otro lado, pero a mí el sentido común en este procesdimiento se me ha acabado hace años. ¿Alguien preveía que enviarían a Catalunya a Mireia Boya y a miembros de la Mesa del Parlament? Nadie. Creíamos que el Supremo se los quedaría a todos, y los de desobediencia los envió al TSJC. Yo no leí ni un solo artículo en el que se vaticinara esta posibilidad.
Tiene que ser difícil para un abogado trabajar cuando las cosas no son previsbles, ¿no?
La imprevisibilidad en este proceso ha llegado al extremo de que las defensas ni siquiera teníamos todo el calendario del juicio. Nosotros no empezamos el 12 de febrero sabiendo que acabaríamos el 12 de junio. No teníamos ni idea. Y en medio, de repente, se les ocurrió hacer unas elecciones generales. Eso tampoco no lo sabía nadie. Nosotros nos quejábamos porque no podíamos organizarnos. “La semana que viene habrá tal cosa”, nos decían. Pero es que yo tengo derecho a saber qué habrá dentro de 15 días. Es muy difícil preparar 500 testigos. Tienes que buscar entre 60.000 o 70.000 folios dónde estaba ese testigo. Soraya Sáenz de Santamaría o Zoido no hay problema, pero el sargento de la Guardia Civil número tal dices: ¿y este quién es? ¿dónde estaba? ¿es de los que pegaron a ciudadanos? ¿sale en alguna imagen? Tienes que repasar los vídeos... Todo eso nos creaba una gran incertidumbre.
Usted calificó de insulto las palabras del lunes de la fiscal general.
R Puso en duda la honorabilidad de los funcionarios y los responsables políticos de las prisiones catalanas. Eso lo puede decir un político exaltado en un mitin, o uno de la derecha rancia que quiere ganar puntos. Si lo dice Albert Rivera ni siquiera le contesto. Pero que la fiscal general del Estado dude de la honorabilidad de los funcionarios es una barbaridad. Hay cosas que me sulfuran. Si yo llegase a Lledoners y viese que aquello es jauja y estuviéramos en un jardín tomando cervezas me callaría, pero es que el trato es exactamente el mismo que en Estremera y Soto del Real. La única diferencia es que aquí te hablan en catalán, pero el trato de los funcionarios a los presos es el mismo. Y además, con sus declaraciones la fiscal general nos está amenazando para que no nos manifestemos. Es algo muy bestia porque se trata de la fiscal general del Partido Socialista, no de Vox. Si fuera de Vox, diría vale; pero es que lo dice una fiscal general mandada por el PSOE, un partido demócrata y progresista... Estamos hablando de todo lo que estamos defendiendo en este juicio, que no es nada más que el derecho de manifestación y de reunión de todos los ciudadanos.
Si el caso llega finalmente al Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), ¿cree que esa vía tiene mucho recorrido?
El TEDH entra más en temas formales que de fondo, como se vio en el caso Otegi. Un comentario fuera de lugar puede pesar más ante un tribunal europeo que denunciar que no hemos podido ver los vídeos.
El famoso “mucho mejor”.
El mucho mejor de Marchena a Benet Salellas, sí.
¿Cómo ha vivido estos cuatro meses?
Ha sido mentalmente agotador. Se trata sin duda para mí, y supongo que para todos mis compañeros, del juicio más importante de nuestras vidas, el más relevante que haremos. Al margen de la complejidad jurídica, hay que tener en cuenta la responsabilidad de saber que no solo estás defendiendo, en mi caso, a tres hombres, sino que detrás de esta defensa hay dos millones y medio de ciudadanos que solo querían votar.