Detenidos 9 independentistas acusados de rebelión, terrorismo y tenencia de explosivos

La Guardia Civil arrestó ayer a nueve activistas independentistas vinculados con los Comitès de Defensa de la República (CDR) acusados de rebelión, terrorismo y tenencia de explosivos. Según las tesis de la Fiscalía, los detenidos integrarían, presuntamente, un “grupo terrorista secesionista” que tenía ya “objetivos seleccionados” y que hubiera podido causar “daños irreparables” por medio de sabotajes que se hubieran producido entre el segundo aniversario del 1-O y la publicación de la sentencia del Tribunal Supremo contra la cúpula del procés. La operación, dirigida por la Audiencia Nacional y que se inició hace más de un año, fue criticada desde las filas independentistas recordando el caso de los activistas Tamara Carrasco y Adrià Carrasco que inicialmente fueron acusados de terrorismo y después exculpados de este delito. Por contra, los partidos unionistas aplaudieron la redada y exigieron la aplicación del 155 (más información en las páginas siguientes).

El operativo se inició de madrugada y se produjeron varios registros en viviendas y locales de Sabadell, Cerdanyola del Vallès, Mollet del Vallès, Santa Perpètua de la Mogoda y Sant Fost de Campsentelles, y en una masía de Sant Vicenç de Torelló. Durante los mismos, los agentes se incautaron, en un local perteneciente a la Comissió de Festes Populars de Sabadell en el que se guarda material pirotécnico para el correfocs, de “una gran cantidad” de sustancias que consideraron susceptibles de ser precursoras de explosivos, como la termita, que es un tipo de composición pirotécnica de aluminio y un óxido metálico. Fuentes jurídicas también aseguraron haber hallado un laboratorio en un almacén que los detenidos habrían utilizado para sintetizar explosivos, además de documentación sobre cómo fabricarlos y acerca de edificios públicos y cuarteles de la Guardia Civil.

Los agentes hallan “gran cantidad de sustancias precursoras de explosivos y un laboratorio”

Dos de los detenidos fueron Eduard Garzón y David Budria, acusados por la Generalitat de desórdenes públicos atentado contra agentes de la autoridad o lesiones, entre otros delitos, tras participar en febrero en la movilización ante la cárcel de Lledoners para dificultar el traslado de los líderes independentistas a Madrid para que fueran juzgados por el 1-O. Después de acogerse a su derecho a no declarar ante la Guardia Civil, quedaron en libertad con cargos dos de los arrestados. El resto de los detenidos fueron trasladados a Madrid, donde pasarán a disposición judicial en los próximos días. La operación continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones.