El baño de sangre continúa en Siria con la ejecución de civiles kurdos

La ofensiva turca en el norte de Siria continuó ayer su avance por el territorio que, hasta mediados de esta semana, controlaban las milicias kurdas, enemigas históricas del régimen de Ankara. Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, al menos 104 milicianos kurdos han fallecido desde el miércoles durante los combates con las tropas bajo las órdenes del presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan. Los turcos, apoyados por grupos rebeldes sirios enemistados con Damasco y con los kurdos, atacaron también el convoy en el que viajaba Hevrin Khalaf, líder del Partido del Futuro Sirio, que se encontraba en las inmediaciones de la ciudad de Tel Abyad. Khalaf y su chófer fueron ejecutados. Otros siete civiles habrían muerto en idénticas circunstancias, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. Mientras tanto, las bombas continuaron cayendo una jornada más en la localidad de Ras al Ain. Durante el ataque de la aviación de Ankara, murieron por lo menos nueve personas, cinco de las cuales eran civiles. Ante esta situación, los kurdos, que han combatido contra el régimen de Bashar Al Asad, anunciaron que las tropas de Damasco entran en acción atacarán a los turcos. En paralelo, cerca de 800 simpatizantes de Daesh aprovecharon ayer los enfrentamientos para escapar del campo de Al Issa, en el que estaban recluidos. Así las cosas, el presidente estadounidense, Donald Trump, que dio carta blanca a Turquía para el ataque al retirar a sus tropas, amenazó ayer a Erdogan con “poderosas sanciones” si no se detiene.