Marea humana en Barcelona

La manifestación por el centro de Barcelona con motivo de la huelga general llenó a rebosar ayer por la tarde el centro de la ciudad condal con centenares de miles de participantes. Según la Guardia Urbana, fueron más de medio millón los manifestantes, que ocuparon principalmente el Passeig de Gràcia, entre los Jardinets de Salvador Espriu y la Gran Via, donde se instaló el escenario para el acto principal, y desde el que, entre otros, intervinieron la presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, y el vicepresidente de Òmnium Cultural, Marcel Mauri, que leyó una carta del presidente de la entitat, Jordi Cuixart, escrita desde la cárcel de Lledoners. La cabecera de la manifestación lucía el lema ‘Pels drets i les llibertats, vaga general’. La multitudinaria concentración se celebró pocas horas después de que llegaran a Barcelona los participantes en las Marxes de la Llibertat, que organizaron la ANC y Òmnium Cultural, que intervinieron en el acto. En este sentido, más de 300.000 personas, según miembros de los organizadores, de las columnas de la Marxa per la Llibertat de Tàrrega y Tarragona coparon la entrada a la ciudad por la avenida Diagonal. Una llegada tan masiva como emotiva en la que se mezclaba el cansancio en el último tramo con los aplausos con los que fueron recibidas las dos columnas que salieron por la mañana de Martorell. De hecho, muchos participantes se fueron sumando de forma masiva en los últimos tramos y en el momento de acceder a Barcelona ocuparon los dos sentidos de la marcha. La entrada tuvo lugar poco después de las 14.00 horas. En los 4 kilómetros hasta los Jardinets de Gràcia, donde confluyeron con las otras 3 columnas que marcharon desde otros tantos puntos de la geografía catalana, los caminantes no pararon de entonar canciones y lemas como “No hi som tots, falten els presos”, “Caragol treu banya, vull sortir d’Espanya”, “Los catalanes, hacen cosas”, “Els borbons als taurons”, “No volem ser, una regió d’Espanya...”. Fue un tramo emotivo, quizás por este motivo todas estas frases sonaban con más fuerza y más cálidas. El último tramo se llevó a cabo sin incidentes y sin intervención de la policía. De hecho, se recorrió de forma rápida y fluida. A diferencia del 11-S, no actuaron grupos de cultura popular.