Barcelona, en pie de paz

Barcelona volvió a vivir ayer un nuevo día de protestas que, a diferencia de jornadas anteriores, se caracterizó porque los incidentes fueron escasos. La manifestación convocada para condenar la represión y la violencia policial de esta semana arrancó en plaza Urquinaona y acabó en el Arc de Triomf. Hubo una carga de la Policía Nacional al inicio en la que varias personas resultaron heridas. Al acabar la marcha, miles de personas volvieron al punto de partida para hacer una sentada pacífica que duró varias horas. Centenares de participantes hicieron un cordón ciudadano para evitar enfrentamientos entre la Policía Nacional y radicales.

Se trataba de un procedimiento que manifestantes pacíficos ya aplicaron el viernes en protestas en Lleida. El conseller del Interior, Miquel Buch, lo agradeció y elogió “la actitud de los ciudadanos al separar los actos violentos de las manifestaciones”. Sin embargo, pidió que ante actitudes violentas, los manifestantes “se aparten para garantizar su integridad física”. “No reclamamos a la ciudadanía que haga el trabajo de los cuerpos policiales”, recalcó.

Al cierre de esta edición no hubo disturbios tan graves como los de noches anteriores. Sin embargo, sí hubo algunos enfrentamientos entre Mossos y manifestantes en diferentes puntos de la ciudad, como Pau Claris y la plaza Urquinaona. En esta última, los Mossos alzaron pasada la medianoche el cordón policial que bloqueaba el paso a Via Laietana, mientras que los participantes en la sentada lo celebraron como una victoria. El servicio de emergencias médicas (SEM) atendió a seis personas a raíz de las protestas en toda Catalunya, tres en Barcelona y tres en Girona. Fue una cifra muy inferior a la de jornadas anteriores.