Un menor detenido en la huelga denuncia maltrato

Guillem, un menor de 16 años que fue detenido durante las protestas que se produjeron ante la jefatura de la Policía Nacional en la Via Laietana de Barcelona durante la huelga general del pasado 18 de octubre con motivo de la respuesta independentista a la sentencia del Tribunal Supremo contra el 1-O, anunció ayer que ha presentado una querella contra los agentes que le arrestaron por un delito contra las garantías constitucionales, otro de lesiones leves, otro contra la integridad moral y otro de torturas. Norma Pedemonte, abogada del colectivo Alerta Solidària, que ejerce la defensa del adolescente, que está acusado de atentado contra la autoridad y desórdenes públicos, explicó que los ocho policías nacionales que participaron en la detención violaron de forma “directa y flagrante” los derechos del joven. Junto a la letrada, comparecieron también ante la prensa, en un acto público en Sant Cugat del Vallès, el propio Guillem, acompañado de sus padres. “En un país democrático, la Policía no humilla ni se burla de un chaval de 16 años”, sentenció el progenitor.

El menor, en una carta en la que cuenta su versión de los hechos, manifestó que estaba guardando un paquete de pañuelos en su mochila cuando los agentes se le echaron encima. “Solamente recuerdo golpes, rabia y mucho miedo”, confesó, a la vez que relató como “me llevaron dentro de la comisaría entre insultos, como si fuera un terrorista, y ya dentro del edificio me pegaron y me humillaron”.

El adolescente relata que, en el interior de la jefatura policial, los agentes le “pegaron” y “humillaron”

Mientras, el portavoz de Alerta Solidària, Xavier Pellicer, manifestó que aún siguen entre rejas 27 de los detenidos durante las movilizaciones que sucedieron a la sentencia del procés. Pellicer denunció que “la violencia y la brutalidad policial no fue cosa de unos agentes, sino que la Policía Nacional y los Mossos d’Esquadra actuaron de manera premeditada”.

La Junta Electoral no desaloja la acampada en Plaça Universitat La Junta Electoral barcelonesa decidió ayer no ordenar el desalojo de la acampada de estudiantes de la Plaça de la Universitat, que protestan contra la sentencia del 1-O contra los líderes independentistas. De este modo, desestimó la denuncia presentada por Ciudadanos. Sin embargo, la Junta Electoral sí que exige que, el próximo domingo, los participantes en la acampada se abstengan de “efectuar actos de proselitismo electoral con los electores y que no perturben el acceso al colegio” que hay en este espacio público del centro de Barcelona. En este sentido, pide que no se obstaculice a los electores llegar al colegio.