Vox consigue una vicepresidencia en la Mesa del Congreso entre reproches de PP y PSOE

La XIV Legislatura echó ayer a caminar con el partido ultraderechista Vox por primera vez ocupando un cargo en la Mesa del Congreso con una vicepresidencia, después de que el “cordón sanitario” anunciado por la izquierda no se aplicara.

El diputado Ignacio Gil Lázaro, de la formación de extrema derecha consiguió la vicepresidencia cuarta de la Mesa gracias al apoyo de solo los 52 votos de su partido. El bloque de izquierdas sí impidió que la formación de Santiago Abascal tuviese una secretaría, un segundo puesto que por tradición le correspondería por número de diputados. La composición de la Mesa acaparó la atención política de una sesión intensa de más de cinco horas de duración.

Ciudadanos se queda sin representación en la Mesa pese a que el PP le cedió parte de sus votos

La irrupción de la ultraderecha en el órgano que toma las decisiones sobre los temas que se deben tratar en el Congreso provocó los reproches cruzados entre las diferentes formaciones. Los del PP criticaron al PSOE que no aceptara su propuesta de última hora que dejaba fuera a Vox, si los socialistas cedían a los populares la vicepresidencia primera de la Cámara. Por su parte desde el PSOE replicaron a los populares que los únicos responsables son ellos porque hasta el inicio de la sesión les propusieron dejar fuera de la Mesa a la ultraderacha a cambio de tres puestos para el PP y uno para Cs. Mientras Santiago Abascal, señaló al PP como “único responsable de que el comunismo y el separatismo tengan un sitio más” en la Mesa por darle “inútilmente” sus votos a Cs. También Ciudadanos se quejó por el reparto Inés Arrimadas recriminó al PSOE prefiriera “a Vox en la Mesa” antes que Cs al priorizar los socialistas sus votos para conseguir la vicepresidencia primera. Pese a la irrupción de Vox y los reproches cruzados, la Mesa, con nueve puestos en total, cuenta con una clara mayoría de izquierdas ya que el PSOE tiene tres puestos y Unidas Podemos, otros tres.

Las sesiones constitutivas del Congreso y del Senado se celebraron de forma simultánea con la elección de las candidatas del PSOE, Meritxell Batet y Pilar Llop, como presidentas de las dos Cámaras, tal y como estaba previsto. En su primer discurso Llop abogó por la lucha contra la violencia machista y de la defensa de los derechos de las personas discapacitadas y el medio ambiente. Mientras que Batet inauguró la Cámara Baja instando a los diputados a invertir “en respeto y diálogo leal”.

El acatamiento de cargos también fue origen de polémica durante la sesión. Las amenazas de PP, Cs y Vox de emprender acciones legales contra Batet no impidió que los diputados usaran formas dispares de juramento, que la presidenta del Congreso señaló como “constitucionales”. Partidos como ERC, Junts, la CUP, Podemos, Teruel Existe, EH Bildu o el PNV prometieron su cargo acordándose de los presos del procés, de la Carta Magna, de los derechos sociales o incluso de la trece rosas. Incluso algunos de Vox añadieron una coletilla jurando su cargo “por España”.