Marcha unionista en Barcelona y choques con los Mossos en Girona

El presidente del Parlament, Roger Torrent, aseguró ayer que la Constitución española es un “límite de hierro” que “frena” a Catalunya. “La Constitución para muchos se vivió como un punto de partida, como la estación de inicio de un trayecto que permitiría que aquello que era un comienzo se pudiese enriquecer, mejorar y modificar, si convenía”, explicó el republicano. Sin embargo, criticó que “otros” la vieran como “el máximo al que podía llegar el Estado español”. “Con los años, hemos visto que esta segunda opción se ha impuesto”, lamentó Torrent. Por su parte, el president de la Generalitat, Quim Torra, evocó el “no” a la Carta Magna del expresidente de ERC Heribert Barrera y de Lluís Maria Xirinacs. “Votaron no a la Constitución. Mi recuerdo y mi agradecimiento”, sentenció el president.

Unas 1.500 personas, según la Guardia Urbana, se manifestaron ayer por las calles de Barcelona en defensa de la Constitución y para exigir un “Gobierno constitucionalista”. La marcha, convocada por las plataformas Espanya i Catalans y Catalunya Suma arrancó la Plaça d’Urquinaona y bajó por la Via Laietana hasta la jefatura de la Policía Nacional en la ciudad condal entre gritos de “Puigdemont a prisión” y “En pie si eres español”. En la cabecera estuvieron presentes el presidente del PP catalán, Alejandro Fernández, y el secretario general de la formación, Daniel Serrano, así como el líder de Vox, Santiago Abascal. El dirigente ultraderechista estuvo acompañado por su mano derecha en Catalunya, Ignacio Garriga. A diferencia de ocasiones anteriores, no hubo representación de Ciudadanos en esta manifestación debido a la presencia de una pancarta para exigir la derogación de la ley contra la violencia de género. “Consideramos que no hay espacio para proclamas que cuestionan la lucha contra una de las peores lacras de nuestra sociedad”, manifestó el partido naranja. Ante la jefatura policial, Carlos Portales, portavoz de Catalunya Suma, exigió “unidad de acción y unidad de mando” para hacer frente al independentismo. En paralelo, unos 200 independentistas quemaron ejemplares de la Constitución ante la delegación del Gobierno central en Barcelona. También hubo choques entre antifascistas y agentes de los Mossos en Girona, en las inmediaciones de la Plaça 1 d’octubre, donde Societat Civil Catalana había convocado un acto por la Constitución. Otro evento similar reunió a 200 unionistas en Tarragona.

MADRID

El expresidente del Consejo Europeo Donald Tusk explicó ayer que, antes del 1-O, pidió al entonces presidente del Gobierno central Mariano Rajoy que no hubiera cargas durante el referéndum. “Mi primer consejo a Rajoy fue que no usara la fuerza contra la gente”, admitió en El País.

BARCELONA

Un informe elaborado por el Sistema de Registro y Comunicación de la Violencia Institucional, integrado en el Observatorio del Sistema Penal y Derechos Humanos de la Universitat de Barcelona, concluye que algunos de los arrestados en las movilizaciones posteriores a la sentencia del 1-O fueron vejados y sufrieron violencia física y psíquica.

Una persona fue detenida el jueves por la noche por atentado contra la autoridad durante el corte de tráfico de la Meridiana de Barcelona, que se viene llevando a cabo cada día desde que se hizo pública la sentencia del 1-O. En los últimos días ha aumentado la presencia policial para tratar de evitarlo.