“El dolor vendrá después”

Con una mano sobre la Constitución y en presencia de Felipe VI y de las más altas autoridades del Estado, Pedro Sánchez prometió el cargo de presidente del Gobierno central en el Palacio de La Zarzuela. Al igual que hiciera en junio de 2018 tras defenestrar al popular Mariano Rajoy con la primera moción de censura aprobada por el Congreso en cuarenta años, en el acto no hubo ni biblia ni crucifijo. Sánchez comentó con el monarca que ha necesitado “ocho meses para diez segundos” de promesa, a lo que éste replicó que “ha sido rápido, pero el dolor vendrá después”, en referencia a la difícil aritmética parlamentaria que enfrenta el nuevo Ejecutivo central.

Y es que Sánchez, tal y como arrojó el resultado de la votación de investidura, cuenta con un estrecho margen de maniobra en la Cámara baja. Al hilo de esto, los socialistas preferirían que los ministros no sean al mismo tiempo diputados para asegurar que, en caso de que estén de viaje en el extranjero, la coalición de PSOE y Unidas Podemos contará con el máximo respaldo parlamentario posible. A la espera de conocer los titulares de las carteras socialistas, prácticamente todos los miembros del hasta ahora Gabinete en funciones son, a su vez, diputados. Igualmente, en el caso de los de Unidas Podemos, excepto el ministrable de Universidades, Manuel Castells, los demás ocupan un escaño en el Congreso. Ahondando en esta cuestión, y para evitar discrepancias parlamentarias entre los socios gubernamentales, representantes del PSOE y de los morados cerraron ayer mismo un acuerdo para constituir una mesa que resuelva discrepancias y unifique criterio y voto de ambos grupos en el legislativo. Además, ambas formaciones se comprometieron a no opinar sobre asuntos de los ministerios que no les correspondan.

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Entretanto, y mientras trascendió que el diplomático Santiago Jiménez será el director de la agenda internacional del futuro vicepresidente, Pablo Iglesias, el líder del PP, Pablo Casado, aseguró que a la derecha no se le habría tolerado hacer ministra a la mujer de José María Aznar o de Rajoy, en alusión a que Irene Montero ocupará la cartera de Igualdad. También el portavoz popular en el Senado, Javier Maroto, dijo que ya hay una “minicrisis” en la coalición por el retraso en el anuncio de los nombres de los ministros.