Arranca el 'impeachment'

El juicio político (impeachment) contra el presidente norteamericano Donald Trump se inició ayer oficialmente en el Senado de EEUU con la lectura de los dos cargos de los que se le acusa -abuso de poder y obstrucción al Congreso- y con nuevas pruebas contra el mandatario. El encargado de leer los cargos contra el mandatario fue el presidente de la Comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes, Adam Schiff, uno de los siete fiscales que los congresistas designaron para ejercer la acusación. Durante esta primera sesión, el organismo de control del Gobierno, una agencia independiente dentro de la administración, presentó un informe en el que asegura que la oficina de presupuestos de la Casa Blanca retuvo fondos destinados a reforzar la defensa en Ucrania con fines políticos y no técnicos. Esta partida es la principal causa de la acusación de abuso de poder, ya que, argumenta que Trump condicionó la entrega de esas partidas a que se iniciara una investigación sobre las actividades en Ucrania del candidato demócrata a la presidencia, Joe Biden, y su hijo. Ayer también estaba previsto que, tal y como estipula la ley, el presidente del Tribunal Supremo, el juez John G. Roberts, jurara como jefe de la Cámara Alta, en sustitución del vicepresidente Mike Pence, durante el juicio político. También juraron los 100 legisladores del Senado que ejercerán como miembros del “jurado” en el impeachment. No obstante, la sesión de ayer fue una mera formalidad, ya que las declaraciones contra Trump no se iniciaran hasta el próximo martes.

El abogado de la Casa Blanca, Pat Cipollone, encabezará la defensa del presidente en el juicio, que se declarará víctima de una “caza de brujas”.

Es probable que el juicio sea favorable a Trump puesto que el Senado es de mayoría republicana

Pese a la expectación generada desde que el pasado 18 de diciembre la Cámara Baja, de mayoría demócrata, aprobara los cargos contra el presidente, y el contexto de aguda división política en EEUU, el resultado del juicio político es previsible que sea favorable a Trump, dado que los republicanos tienen mayoría en el Senado, donde se precisa una mayoría de dos tercios para que pueda ser destituido como presidente.