CONFLICTO MESA DE PAZ
Pacto de alto el fuego entre el gobierno libio y rebeldes
Acuerdan en Berlín cumplir el embargo de armas por la ONU || Abogan por una tregua duradera y una solución pactada
Los aliados internacionales del Gobierno libio respaldado por la ONU y de las fuerzas rebeldes acordaron ayer hacer efectivos el alto el fuego iniciado hace una semana y el embargo de armas decretado por Naciones Unidas. El acuerdo se selló en una conferencia internacional sobre Libia en Berlín, organizada por el Gobierno alemán y la ONU, a la que también acudieron el presidente del Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA) de Libia, Fayed al Serraj, apoyado por Turquía, y el jefe del Ejército Nacional Libio (LNA), Jalifa Hafter, respaldado por Rusia. “Se puede decir que la Conferencia de Libia hace una importante contribución a esfuerzos de paz de la ONU”, aseguró en rueda de prensa al término de la conferencia la canciller alemana, Angela Merkel. A su juicio, “no hay posibilidad para una solución militar”. “Necesitamos una solución política”, agregó la canciller.
El documento apuesta por una tregua “duradera” y “verificable” e insta a todos los actores a cumplir de forma “unívoca” con el embargo de armas. También se les exige no contribuir a la escalada del conflicto. Asimismo, se defiende que la solución a la crisis sólo puede pasar por un proceso político que debe estar controlado y liderado por los libios. Además, se insiste en la necesidad de mantener la unidad de Libia, su integridad territorial y su soberanía nacional. La conferencia tuvo un carácter inédito al reunir por primera vez tras años de conflicto armado a todos los actores nacionales e internacionales involucrados en Libia.
Merkel dice que “no hay posibilidad para una solución militar, hace falta una solución política”
A la cumbre de Berlín también asistieron el presidente francés, Emmanuel Macron; el ruso, Vladímir Putin; el turco, Recep Tayyip Erdogan; el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, y el británico, Boris Johnson, el secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, y el leridano Josep Borrell como jefe diplomático de la UE.