Trapero dice que Soler y Puig no daban directrices operativas
El mayor de los Mossos d'Esquadra afirma que Laplana no podía mandar a los mandos de orden público el 20-S
El mayor de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero, ha asegurado este martes que ni el exsecretario general de Interior Cèsar Puig ni el exdirector general de los Mossos Pere Soler nunca dieron directrices u órdenes de cariz operativo en el cuerpo. En el tercer día de interrogatorio y durante el turno de las defensas, Trapero ha explicado que Puig y Soler podían participar en reuniones de cariz operativo, nunca de cariz judicial, y opinar, pero no ordenaron nunca nada con lo que no estuvieran de acuerdo los mandos policiales. Sobre el 20-S, ha dicho que la exintendente del Eixample Teresa Laplana, acusada, no podía dar órdenes a los mandos de orden público, que dependían de sus mandos regionales.
El 20-S Soler no estuvo en el Cecor y Trapero sólo habló en una ocasión por teléfono. El mayor ha explicado que en otras ocasiones el director general de los Mossos, el secretario general o el conseller de Interior podían estar en el Cecor, pero sólo opinaban y en algún momento podían llegar a autorizar la disolución de una manifestación si lo pedían los mandos, cosa que no pasó aquel día.
A preguntas del letrado de Soler, Trapero también ha asegurado que el exdirector general no dijo nada sobre la actitud de los Mossos respecto del referéndum, ni tampoco intervino en las cartas que el mayor envió a la Fiscalía Superior o en los 172 atestados que hicieron para la instrucción de la fiscalía sobre la organización de actos de propaganda del referéndum. En el mismo sentido, Soler no asistió a la reunión de mandos y cargos intermedios del cuerpo el 29 de septiembre para explicar las pautas de actuación el 1-O, y el día del referéndum Trapero sólo habló una vez por teléfono con Soler.
Por último, ha dicho que todas las peticiones que hizo el cuerpo en materia de recursos humanos y materiales fueron autorizadas por Puig i Soler. De hecho, Trapero ha dicho que Puig ayudó al cuerpo a obtener el permiso de la Conselleria de Economía para obtener el dinero necesario para obtener armas largas, chalecos antibalas y otros material antiterrorista a raíz de los atentados yihadistas de París de 2015.