El exdirector de los Mossos niega injerencias de Joaquim Forn el 1-O

El que fuera director general de los Mossos d’Esquadra durante el 1-O, Pere Soler, y el exsecretario de la conselleria de Interior, César Puig, ambos acusados de rebelión en el juicio contra la cúpula de Interior y de los Mossos se desvincularon ayer, en la cuarta sesión del juicio en la Audiencia Nacional, de la actuación de la policía catalán durante el procés, ya que aseguraron que el cuerpo operaba con independencia del poder político y al servicio de la autoridad judicial.

Soler declaró que nunca recibió “injerencias” por parte del exconseller de Interior Joaquim Forn sobre el papel que la policía catalana debía tener durante el referéndum de 2017 y que él mismo tampoco dio “órdenes” a los comisarios del cuerpo. “Nadie me pidió que hiciera algo ilegal, habría dimitido” aseveró.

Soler señala que Trapero “estaba en contra del referéndum y que no se le pidió que estuviese a favor”

En un tenso interrogatorio por parte del teniente fiscal Miguel Ángel Carballo, Soler remarcó que el Govern tenía clara cuál era la posición de los Mossos respecto a que cumplirían con los mandatos judiciales y para ejemplificar esta declaración explicó que el comandante Josep Lluís Trapero le reprendió antes del 1-O por realizar algunos mensajes políticos en su redes sociales ya que podrían “perjudicar la imagen del cuerpo”. En este sentido, también declaró que dejó de publicar contenido en sus redes y que ni siquiera ejerció “su derecho al voto” durante la consulta porque consideró que ese “gesto simbólico” podría perjudicar a los Mossos.

De esta forma, si Trapero ya se esforzó en marcar distancias con la Generalitat durante las primeras sesiones del juicio, ayer fueron los excargos políticos del Govern los que hicieron lo mismo respecto a los Mossos. “Trapero estaba en contra del referéndum. Nunca se le pidió que estuviera a favor o que desobedeciera” afirmó Soler, que también afirmó desconocer el supuesto plan que se barajó para detener a Puigdemont si declaraba la independencia.

Por su parte, Cèsar Puig sostuvo ante el tribunal que no tenía ninguna competencia en el ámbito de la dirección operativa de la policía catalana y que sus funciones se limitaban a abordar las peticiones de recursos materiales y de personal. También señaló que cuando el exconseller de Interior Jordi Jané abandonó su puesto, a dos meses del 1-O, su intención fue dejar el cargo pero no lo hizo porque Forn y Trapero le pidieron que continuara y además el entonces secretario de Estado de Seguridad, José Antonio Nieto -con quien había trabajado codo con codo para desbloquear la Junta de Seguridad de Cataluña- le mandó un mensaje que decía que “en el ministerio interesaba que siguiera en la conselleria” debido a su fama de “persona moderada”.

Con Puig finalizó la declaración de los cuatro acusados en el juicio, que proseguirá a partir del próximo lunes con cerca de un centenar de testigos.

Por otro lado, decenas de personas cortaron ayer la plaza de Ricard Vinyes y realizaron trucos de magia para pedir la libertad de los presos del procés.

Una decena de eurodiputados se concentran frente a Lledoners Una decena de eurodiputados de izquierdas se concentraron ayer frente a la prisión de Lledoners y criticaron que tengan que conocer a su “compañero” Oriol Junqueras dentro de prisión. Carles Puigdemont expresó su voluntad de acudir a esta visita tras recoger su credencial como europarlamentario, pero finalmente no pudo asistir. Todos los concentrados quisieron mostrar su apoyo a los presos que según ellos están allí por “hechos políticos”.