El independentismo busca vías para que Torra eluda la inhabilitación de la Junta Electoral

En vísperas del pleno del Parlament de mañana, los partidos independentistas continúan negociando una respuesta unitaria a la inhabilitación del president de la Generalitat, Quim Torra, dictada por la Junta Electoral Central (JEC) en ejecución de la condena a año y medio de inhabilitación por desobediencia que le impuso el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya. Y es que la decisión del Supremo de desoir a la defensa de Torra y a la Fiscalía y mantener vigente el acuerdo de la JEC a pesar de que la sentencia contra el president no es firme, ha provocado un debate en el seno del independentismo en torno a las alternativas que se abren para que Torra siga al frente de la Generalitat y pueda continuar sentado en un escaño del Parlament como diputado. Después de que la Junta Electoral enviara un requerimiento a la Cámara catalana para que despoje a Torra de la condición de diputado de inmediato, lo que ahondaría en la controversia de si puede o no seguir siendo president, la decisión final queda en manos de su presidente, Roger Torrent, que ha convocado mañana antes del pleno a la Mesa para pronunciarse sobre el asunto. Más aún cuando la Junta Electoral barcelonesa rechazó ayer “por falta de fundamento” otro recurso de Torra. Con la práctica seguridad de que los letrados del Parlament, que avalaron las tesis del president, no se van a pronunciar de nuevo sobre la inhabilitación de Torra pese a la decisión del Supremo de seguir adelante con su destitución como diputado, son los partidos independentistas los que están intentando fraguar una posición única que blinde, el liderazgo del president en la Generalitat y las decisiones que adopte la Cámara catalana y, además, que no acarree a Torrent un proceso penal por desobediencia. El objetivo es que no ocurra como el 25 de enero de hace dos años cuando, a última hora, el propio Torrent suspendió el pleno de investidura de Carles Puigdemont por las trabas de los tribunales españoles.

Ante este escenario, según explicaron ayer fuentes de las formaciones independentistas a varios medios, está sobre la mesa la posibilidad de que Torra siga siendo president pero que no vote en los plenos del Parlament, para así no comprometer las votaciones. Y es que, como defendió ayer la líder de los comunes en la Cámara, Jéssica Albiach, el president puede continuar al frente del Executiu aun no siendo diputado. Este posicionamiento, sin embargo, es puesto en entredicho desde Cs y el PP. “No hay que caer en provocaciones”, subrayó la dirigente morada. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, aseguró que el Ejecutivo central “respeterá lo que decida” el Parlament sobre la inhabilitación de Torra porque es el órgano al que le “corresponde” tomar esa decisión. No obstante, auguró que la Cámara “respetará las resoluciones judiciales”.

La solución pasa por que Torra continúe de president, Torrent no desobedezca y el Parlament siga operando

barcelona

El expresidente de la ANC Jordi Sànchez salió ayer por la tarde de la cárcel de Lledoners para disfrutar de su primer permiso penitenciario de 48 horas después de más de 27 meses entre rejas. De este modo, se convirtió en el segundo líder independentista condenado por el 1-O que sale de permiso. Ya lo hizo la semana pasada el líder de Òmnium, Jordi Cuixart, que ingresó en prisión por orden de la Audiencia Nacional el mismo día que Sànchez, el 16 de octubre de 2017. En un mensaje en redes sociales, el que también fuera candidato a la presidencia de la Generalitat por JxCat hace poco menos de dos años subrayó que “un permiso no es la libertad, es un paréntesis de 48 horas tras 19.944 horas de prisión. Solamente la amnistía nos devolverá la libertad”.

Sànchez está pendiente de que el juez de vigilancia penitenciaria le apruebe un segundo permiso, este de 72 horas, al que ya le ha dado su visto bueno la cárcel de Lledoners, en la que cumple condena. Tiene derecho a solicitar estas salidas al haber pasado ya encerrado más de un cuarto de la pena de 9 años de prisión que le impuso por sedición el Tribunal Supremo.

En paralelo, Dolors Bassa, que ocupó la cartera de Trabajo en el Govern de Carles Puigdemont, exigió “hechos” al PSOE porque “no basta con las palabras”. Asimismo, la de ERC subrayó que “aunque de manera diferente, lo volvería a hacer”.