Trabajos de limpieza en Catalunya para borrar los estragos de 'Gloria'

El temporal Gloria ha pasado ya a ser historia después de dejar un rastro de problemas de movilidad, afectaciones en líneas eléctricas y redes de agua potable, cuantiosos destrozos materiales y, lo más dramático, tras haber segado la vida de cerca de una quincena de personas. Y es que ayer apareció en la Cala Sant Vicenç de la isla de Ibiza el cadáver de la que podría ser la víctima número 14 de la borrasca. Todo apunta a que se trata del cuerpo de un hombre de 41 años al que se le perdió la pista el martes. Entretanto, y una vez se han despejado los nubarrones, es hora de hacer balance de daños. El conseller de Territorio, Damià Calvet, elevó ayer a 30 millones de euros el coste de reparar los desperfectos en puertos, en el litoral y en las carreteras. Una de las zonas más afectadas por ‘Gloria’ en Catalunya fue el Delta de l’Ebre, en el que ayer estuvo de visita el vicepresident, Pere Aragonès. Mientras, se retomó la circulación de trenes entre Vic y Ripoll, aunque se mantendrán durante meses las afectaciones en la R1, cortada en Malgrat de Mar al caer un puente. También se restableció el suministro de agua en Torroella de Montgrí, Massanes, Centelles, Aiguafreda y Hostalric. El baluarte del castillo de esta última localidad amenaza con caer. Con todo, los 6.000 esquiadores que subieron a primera hora a la estación de La Molina se vieron afectados por una avería eléctrica que duró hora y media. Centenares se quedaron colgados en los telesillas.

Todo ello, coincidiendo con la visita del jefe del Ejecutivo central, Pedro Sánchez, a las zonas más afectadas por ‘Gloria’ en la Región de Murcia, País Valencià y Aragón. Sánchez anunció que la conferencia de presidentes autonómicos que prepara tratará de políticas de transición ecológica. Salvador Illa, ministro de Sanidad, visitó, por su parte, las zonas afectadas por el temporal en el Maresme.

Málaga, barrida literalmente por el temporal Los últimos coletazos de la borrasca Gloria se cebaron en la madrugada de ayer con la ciudad de Málaga sobre la que descargaron dos grandes trombas de agua acompañadas de fuerte aparato eléctrico. Especialmente afectada quedó la barriada malagueña de Campanilla, donde las calles se convirtieron en un lodazal. La fuerza del agua amontonó los coches unos encima de otros e incluso empotró uno en una entidad bancaria. Los vecinos describieron lo ocurrido como de “tsunami”. Y es que el río Campanillas, que da nombre a este distrito de Málaga, se salió de su cauce debido a la intensidad de las precipitaciones.