TRIBUNALES SUCESOS
La Fiscalía enmarca en un triángulo “tóxico” el crimen de la Urbana
En la primera sesión pública, afirma que el “mal gratuito” existe y que los acusados actuaron “a sangre fría”|| “Llorarán si es necesario”, avisa la acusación particular
La Audiencia de Barcelona acogió ayer la primera sesión pública del juicio contra Rosa Peral y Albert López, agentes de la Guardia Urbana de la ciudad condal que se sientan en el banquillo de los acusados por el asesinato de su compañero Pedro Rodríguez, pareja sentimental de la acusada, en mayo de 2017. Durante la jornada, la Fiscalía, la acusación particular y las defensas esgrimieron sus argumentos ante el jurado popular que decidirá si son o no culpables de este crimen. Sin embargo, a los acusados, que habían mantenido un romance, no se les oirá hasta el mes de marzo, una vez hayan declarado todos testigos propuestos por las partes.
Así las cosas, el fiscal Félix Martin González sostuvo que Peral y López elaboraron un “plan criminal preconcebido” para acabar “de forma violenta” con la vida de Rodríguez en el interior del domicilio que compartía con la acusada, situado en Vilanova i la Geltrú, y deshacerse después del cadáver. El representante del Ministerio Público aseguró, en este sentido, que el “mal gratuito” existe y que, “desgraciadamente”, la víctima se vio inmersa en un triángulo amoroso “de mentiras, manipulaciones y toxicidad”. “Los acusados mataron a sangre fría a Pedro Rodríguez”, defendió el fiscal, y afirmó que quedará demostrado en el juicio. Al hilo de esto, la Fiscalía pide un máximo de 25 años de cárcel para Peral y López. Mientras tanto, la acusación particular avisó a los miembros del jurado de que los encausados “llorarán un poco si es necesario”. Por el contrario, la defensa de López lamentó que su patrocinado haya sido presentado “como un monstruo”. Asimismo, dijo que el agente acusado tenía asumida la “ruptura” con Peral y que, por tanto, no tenía celos de Rodríguez. Por su parte, la defensa de la encausada aseveró que ella “no tenía ningún motivo sentimental ni económico para matar”. En consecuencia, abogó por dejar fuera del juicio oral la “vida sexual” de Peral.
Entretanto, el tribunal aceptó como prueba un móvil de prepago adquirido por López antes del crimen y que sólo usó la noche en la que se produjo el asesinato para llamar a Peral. En cambio, rechazó otro teléfono encontrado en la celda de Peral.