MEMORIA HISTÓRICA
Un autor de la matanza de Atocha, en prisión en España
Carlos García Juliá, detenido en Brasil en 2018 || El coautor de los asesinatos de abogados en 1977 llevaba 20 años huido
Carlos García Juliá, uno de los asesinos de la matanza de los abogados de Atocha en 1977, llegó ayer a primera hora a Madrid después de que tres agentes de la Policía Nacional se trasladaran a Brasil para custodiar su extradición.
Reclamado por la Audiencia Nacional, García Juliá (1955) fue condenado el día 29 de febrero de 1980 por la Sección Primera de la Sala de lo Penal a 193 años de prisión como autor material de cinco delitos de asesinatos consumados y cuatro frustrados en la noche del 24 de enero de 1977.
A Juliá se le concedió libertad condicional en 1991 y huyó de las autoridades españolas
Ese día, García Juliá y otras dos personas irrumpieron en un despacho de abogados laboralistas de Comisiones Obreras, situado en el número 55 de la calle Atocha de Madrid, abriendo fuego contra los presentes con pistolas de calibre 9 mm parabellum.
A García Juliá se le concedió la libertad condicional el 23 de octubre de 1991. Después, el Tribunal accedió a otorgarle la autorización de salida de España para aceptar una oferta de trabajo en Paraguay, debiéndose presentar mensualmente en la Embajada española en aquel país. Una vez allí, rompió las obligaciones de su libertad condicional, por lo que se le declaró prófugo el día 14 de agosto de 1996.
Antes había sido detenido en Bolivia el día 17 de junio de 1996, donde se le condenó a una pena de prisión de seis años por un delito de tráfico de estupefacientes. Cuando el día 29 de noviembre de 2000 llegó la solicitud de extradición de la Audiencia Nacional a Bolivia, el preso ya se había fugado aprovechando un beneficio penitenciario un año antes para no presentarse ante un juzgado de vigilancia penitenciaria de La Paz.
A partir de esa fecha, y durante los siguientes veinte años, se le perdió la pista. Fue en agosto de 2018 cuando las pesquisas llevaron a la Policía Federal Brasileña a localizar a García Juliá. Unos meses después, en diciembre, el asesino fue detenido en Sao Paulo, donde vivía trabajando como conductor en una empresa de VTC.