Xavier Melero: «Si la prisión es injusta, da igual ser preso político o preso común»

Usted no es precisamente un abogado afín al independentismo ¿Entonces por qué aceptó “el encargo” de Joaquim Forn?

Normalmente no soy partidario de las conductas de mis clientes. Era un encargo profesional perfectamente aceptable, de gente que aprecio. No es mi problema si la conducta de Joaquim Forn fue lícita, eso es cosa del juez. Yo me he limitado a darle argumentos para que se defienda.

¿Afrontó por tanto una defensa de corte técnico frente a posiciones más políticas de otros letrados?

Yo diría que fue, más bien, una cuestión de formas porque todos, en definitiva, queríamos hacer una defensa técnica. Nadie sostuvo una estrategia de ruptura ante el tribunal del procés, nadie hizo una defensa “estilo Batasuna”. Todos intentamos defender, con el Código Penal en la mano, la conducta de nuestros representados.

Usted, en el juicio, dijo que esperaba la absolución de Joaquim Forn ¿Le sorprendió que el Supremo le acabase condenando?

Fue una sorpresa en la medida en que me puedo sorprender, que no soy demasiado dado a ello. Creo que el juicio en el Supremo fue justo, pero el resultado de las pruebas que se practicaron en él llevaba a una conclusión diferente a la que plasmó el tribunal en la sentencia. Aquí es donde encuentro la máxima injusticia. A partir de aquí, si lo hicieron porque son muy del PP o porque detestan al independentismo... son conjeturas.

¿Considera pues que los dirigentes independentistas tienen argumentos para que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) tumbe la sentencia del Supremo?

El TEDH está muy bien pero es un tribunal por designación política de los Estados del Consejo de Europa y dicta sentencias de todo tipo. No nos vayamos a pensar que es la Madre Teresa de Calcuta. A partir de aquí, existe un fundamento sólido para recurrir que, además, apela a la doctrina tradicional del propio TEDH en materia de sedición. Y es que, en otras ocasiones, ha calificado de altamente negativa la imposición de penas demasiado severas por ejercer libertades cívicas ya que desalienta la práctica de las mismas.

¿Cree necesario modificar el delito de sedición para adecuar el tipo penal al del resto de Europa?

Se tendría que adecuar, pero cuidado que otros Estados europeos tienen delitos de traición penados con cadena perpetua.

Y echando la vista atrás, ¿cree que los tribunales españoles abusaron de la prisión preventiva con los líderes independentistas?

Sí. Yo en el caso de Joaquim Forn pedí la libertad más de diez veces. Hablé de ello con el instructor [Pablo Llarena] y le dije que no entendía nada, que la prisión era completamente injustificada. Les dejas libres y les vuelves a encerrar, no por algo que hayan hecho, sino por lo que hacen otros. Aun así, creo que no han sido nunca presos políticos al no encajar en los supuestos del Derecho internacional. Más allá de eso, si la prisión es injusta, da igual ser preso político o preso común, es igual de sangrante.

¿Y es justo el segundo grado aplicado a los dirigentes independentistas tras ser condenados?

Para mí, para la ley, para el reglamento penitenciario se daban las condiciones para el tercer grado. Y por lo que yo sé también en algún momento se dieron para los funcionarios de la junta de tratamiento, que tenían la decisión en sus manos. Pero esto es pantalla pasada. Están en segundo grado y, en el caso de Joaquim Forn, disfruta del segundo grado flexible. Este será el fundamento para que, cuando haya una revisión de grado, no puedan poner excusas y tengan que darle el tercero.

¿Cómo interpreta los sucesos que se produjeron en Catalunya en el otoño de 2017 usted que ha conocido de primera mano todo su enjuiciamiento?

Yo creo que lo que ocurrió en el otoño de 2017 en Catalunya fue una negociación llevada al límite con faroles a los dos lados de la mesa. Las apuestas eran tan altas que nadie quiso lanzar las cartas. Al final, uno tenía doses y el otro, full de porras.

En las últimas semanas, la inhabilitación del president Torra como diputado ha centrado el debate político ¿Puede seguir en el cargo sin escaño en el Parlament?

En este país todos se meten en unos jardines porque jugarse la Generalitat por una pancarta... . Creo que no se puede ser president sin ser diputado. Pero tal y como estamos ahora, a las puertas de las elecciones, no creo que tenga demasiada importancia. Alguien se la dará, yo no.