Macron busca calmar al campo galo ante las dudas por el recorte a la PAC

Cuando no habían pasado ni veinticuatro horas desde el fracaso de las negociaciones entre los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europa para sacar adelante los presupuestos comunitarios, con la PAC y los fondos de cohesión como principales escollos, el presidente francés, Emmanuel Macron, quiso transmitir ayer un mensaje de tranquilidad a los productores galos. Durante varias horas, Macron visitó el Salón de la Agricultura de París, hablando con agricultores y ganaderos para calmar sus inquietudes ante la incertidumbre generada por las exigencias de algunos de los Estados miembros, que pretenden reducir significativamente los fondos de la PAC. En este sentido, Macron dejó claro que es inasumible para Francia un recorte del 14% en la política agraria común. “La PAC no puede ser la variable de ajuste del presupuesto”, advirtió el líder galo, que pretende mantener buena parte de los 9.000 millones de euros que reciben sus productores.

Macron es uno de los aliados del Gobierno español en la negociación con los socios comunitarios. Así, frente a Ejecutivos como el neerlandés, el austriaco, el danés o el sueco, que abogan por un presupuesto comunitario más reducido y mayores recortes en la PAC y en los fondos de cohesión, París y Madrid aspiran a moderar la disminución de las cantidades destinadas a ambas partidas. Así las cosas, los líderes de los Veintisiete han sido incapaces de llegar a un consenso hasta el momento. Y es que es necesario que todos ellos den luz verde al presupuesto europeo para que pueda prosperar. Algo, sin embargo, que por el momento parece lejos de producirse. A este respecto, los jefes de Estado y de Gobierno se han vuelto a citar a principios de marzo para dar salida al bloqueo, después de negociar 30 horas entre el jueves y el viernes, y no lograr puntos de encuentro.

En el caso del Estado español, la negociación del presupuesto europeo y los recortes a la PAC llega en un momento de protestas generalizadas del sector primario contra la crisis de precios que atraviesa desde hace años. Lleida, la semana pasada, acogió una protesta histórica con 3.000 personas y 500 tractores por el futuro del campo.