Canarias levanta la alerta por calima, pero sigue luchando contra los incendios

La desactivación de las alertas por fuerte viento y calima, así como el control de los fuegos que el domingo afectaron a la isla de Tenerife, hicieron ayer que en Canarias se recuperase algo la calma, pero aún faltaba por atajar el incendio declarado el sábado en el noroeste de Gran Canaria y que ha entrado en la Reserva Natural Integral de Inagua.

Este fuego comenzó en la zona de Tasarte, en el municipio grancanario de La Aldea de San Nicolás, y afectó a unas 1.000 hectáreas y estaba sin controlar, debido a las fuertes rachas de viento y la presencia de calima, que además demoraron la llegada de helicópteros de otras islas y de dos hidroaviones de la península.

La situación climatológica ha sido tan dura en algunos momentos estos días en las islas que el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, manifestó ayer que ha sido un fin de semana de “pesadilla” como consecuencia de la peor calima que se recuerda “en 40 años”.

Ayer mejoró la operatividad en los aeropuertos, sobre todo en los de Gran Canaria, Tenerife Norte y Tenerife Sur, que comenzaron a funcionar pero con restricciones después de que la calima obligase a cerrarlos por falta de visibilidad, lo que afectó a más de 800 vuelos.