Puigdemont pide unidad y preparar la “lucha definitiva” ante una multitud en Perpinyà

Carles Puigdemont, Toni Comín y Clara Ponsatí se dieron ayer un baño de masas en Perpinyà en su primer gran acto público en “tierra catalana” y en el que pidieron estar preparados para la “lucha definitiva”. Unas 200.000 personas, según el Consell per la República, una cifra que la prefectura de los Pirineos Orientales rebajó a 150.000, asistieron a un mitin en el Parc de les Exposicions de la capital del Rosselló.

Desde primera hora de la mañana, se formaron grandes colas de autobuses y turismos en La Jonquera y El Voló, donde los policías españoles y franceses efectuaron controles a los miles de manifestantes que se disponían a traspasar la línea que separó Catalunya Nord del resto del Principat en 1659. Mientras, Puigdemont, Comín y Ponsatí, acompañados por el president, Quim Torra, y otros dirigentes independentistas, fueron recibidos en el ayuntamiento de Perpinyà por el alcalde, Jean-Marc Pujol. El eurodiputado de JxCat firmó en el libro de honor y agradeció la “solidaridad” norcatalana. Torra, por su parte, aplaudió el “reencuentro entre las dos Catalunyas”. Al término del acto, la comitiva se desplazó a la sede del consejo departamental de los Pirineos Orientales, que luce desde hace meses un gran lazo amarillo en la fachada, donde se ofreció otra recepción, encabezada por la presidenta de la institución, Hermeline Malherbe.

Puigdemont agradece la solidaridad norcatalana y Torra ve un “reencuentro entre las dos Catalunyas”

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El acto central comenzó con una hora de retraso en el Parc de les Exposicions de Perpinyà debido a la gran afluencia de público y a las colas en los acceso. Las autoridades galas terminaron por cerrar las entradas al recinto después de que se completara el aforo. Centenares de esteladas y senyeras pusieron la nota de color a un mitin conducido por las actrices Lloll Bertran y Carme Sansa. Desde la tribuna, el vicepresidente de la delegación del Consell per la República en Perpinyà, Joan-Lluís Lluís, subrayó que “cada vez que han peligrado las libertades en el sur, el norte ha sido tierra de acogida”. Después se sucedieron los mensajes de los presos, exiliados e investigados independentistas. Jordi Turull, Joaquim Forn, Josep Rull, Jordi Cuixart y Jordi Sànchez hicieron una llamada a la unidad. “Os imploro unidad”, manifestó Turull, mientras que Rull destacó que fue un “acierto bifucarnos entre prisión y exilio”. Por su parte, Oriol Junqueras aplaudió que el independentismo haya forzado al Estado a sentarse a negociar. Por contra, Ponsatí pidió no caer en el “engaño” de la mesa de diálogo. Comín sostuvo que “si alguna causa merece sacrificios es la de la libertad”. Puigdemont, que cerró el acto antes de que sonaran Els Segadors, también pidió unidad al independentismo, instó a construir una república sin excluir a nadie y a estar preparado para la “lucha definitiva”. “Plantemos cara a la injusticia”, proclamó, y criticó el “régimen monárquico heredero del franquismo”.

JxCat envía a su cúpula al Rosselló pero no va la de ERC La plana mayor de JxCat se desplazó ayer a la capital del Rosselló para participar en el acto del Consell per la República. El presidente de la coalición en el Parlament, Albert Batet, subrayó que “si persistimos con unidad, ganaremos”. Por su parte, el líder de ERC en el ayuntamiento de Barcelona, Ernest Maragall, aseguró que la movilización de Perpinyà es el “contrapunto necesario” al diálogo con el Estado. Al hilo de esto, ningún primer espada de los republicanos estuvo ayer presente en el mitin de Puigdemont. Tampoco acudió la CUP, aunque sí que lo hizo Poble Lliure.