ERC pone fecha de caducidad a la legislatura si no hay avances en la mesa de diálogo

“Si la mesa de negociación no avanza, si la mesa de negociación se encalla, la legislatura se habrá acabado”. Así de contundente se mostró la portavoz de ERC, Marta Vilalta, horas después de que la eurodiputada de JxCat Clara Ponsatí afirmara en el acto del Consell per la República en Perpinyà que las conversaciones con el Estado eran un “engaño”. En este sentido, la leridana, en declaraciones a TV3, manifestó que el independentismo ha de combinar las movilizaciones con la negociación con el Estado para alcanzar la autodeterminación. “Diálogo por un lado y confrontación y movilización por el otro para conseguir la victoria”, subrayó. Y es que, a su entender, “no se puede desaprovechar ninguna oportunidad” de sentarse a dialogar con el Gobierno de Pedro Sánchez porque si el independentismo ha conseguido sentar a la mesa a España ha sido “por la fuerza de la gente en las calles”. En la misma línea, el conseller de Exteriores, Alfred Bosch, aseguró que “sin diálogo no habrá legislatura”. “Sánchez sabe que tienen que producirse progresos si quiere continuar en el poder”, sentenció el republicano en una entrevista en La Vanguardia. Bosch, por otra parte, también remarcó que los partidos independentistas han de ser capaces de ponerse de acuerdo tras las elecciones catalanas que se celebrarán en los próximos meses. Asimismo, sobre el acto de Carles Puigdemont en Perpinyà, dijo que le parecía correcto si el objetivo del ahora eurodiputado de JxCat es “avanzar hacia un referéndum con reconocimiento internacional”.

Mientras tanto, la portavoz del secretariado nacional de la CUP, Maria Rovira, insistió en que la movilización independentista de Perpinyà fue un “acto partidista” de JxCat y se reafirmó en la decisión de los cupaires de no asistir. No obstante, sí que estuvieron presentes dirigentes de Poble Lliure. Rovira apostó por “un nuevo envite de desobediencia institucional” para ejercer la autodeterminación. Y es que, en su opinión, este derecho no se puede negociar. Así, dijo que, en todo caso, de lo que se tendría que dialogar es del fin de la represión contra el independentismo.

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El presidente del Gobierno central, Pedro Sánchez, se mostró ayer convencido de que el diálogo “se abrirá paso a pesar de las zancadillas y de los obstáculos” que se encuentre en el camino. En un acto de precampaña con los socialistas vascos, el también líder del PSOE advirtió del peligro de la “política del ojo por ojo” porque, al final, “nos quedaremos todos ciegos”. Sánchez no se pronunció sobre el multitudinario acto del sábado en Perpinyà y las palabras de Puigdemont animando a preparar la “lucha definitiva”. Sin embargo, sí que aseguró que “la concordia vencerá a la confrontación”.

Por su parte, el presidente del PP, Pablo Casado, que participó en un mitin de los populares gallegos, avisó a Sánchez de que “no permitirán que en la mesa de diálogo se juegue con la igualdad de todos los españoles”. Acompañado por el candidato del PP a la Xunta, Alberto Núñez-Feijóo, y el expresidente del Ejecutivo central Mariano Rajoy, Casado censuró el proyecto socialista para “imponer su visión de una España desigual, de un Estado asimétrico, y un revisionismo del Estado de las autonomías que resulta empobrecedor para todos”. Asimismo, el líder de la oposición en el Congreso también tuvo unas palabras para Puigdemont y el acto del Consell per la República en Perpinyà, y afirmó que el PP ha tendido la mano al PSOE para evitar que dependa de los independentistas “porque ya lo vimos, Puigdemont atacaba la mesa, decía que no valía para nada”.

También habló sobre el líder de JxCat el presidente de los ultraderechistas de Vox, Santiago Abascal. En un mensaje difundido en las redes sociales, aseguró que Puigdemont llamó “a la guerra civil en Catalunya”. “Y lo hizo después de ordenar al Gobierno de Sánchez que excarcele a golpistas”, denunció, a la vez que admitió de que el independentismo “va ganando”. El líder ultra también calificó de “insulto de las autoridades francesas” la recepción a Puigdemont en el ayuntamiento de Perpinyà y en la sede del consejo departamental de los Pirineos Orientales.

Los comunes ven en la vía unilateral “el único engaño” a los ciudadanos El portavoz de Catalunya en Comú, Joan Mena, censuró ayer también las palabras de Clara Ponsatí sobre la mesa de diálogo y afirmó que “el único engaño” es que el independentismo vuelva a la unilateralidad porque “es una vía fracasada”. En este sentido, el dirigente morado acusó a Carles Puigdemont de “pretender hacer descarrilar la agenda progresista que necesita Catalunya” y sostuvo que JxCat tiene un pie en la mesa de diálogo y el otro lo usa para “poner la zancadilla” a la negociación. De esta manera, urgió a JxCat a elegir “si quiere estar con el diálogo o con los enemigos del diálogo” y aprovechó para criticar de nuevo su voto contrario a la senda de déficit.