A prisión por violar en grupo a una joven y grabarlo en Barcelona

Los Mossos d’Esquadre detuvieron la madrugada del sábado a tres hombres de 28, 32 y 33 años por presuntamente agredir sexualmente a una joven de 24 a la que grabaron y fotografiaron mientras consumaban el abuso dentro de un coche estacionado en la calle Casanovas, en el Eixample de Barcelona. Todos ingresaron ayer en prisión provisional comunicada y sin fianza acusados de los delitos de agresión sexual en grupo a víctima vulnerable, revelación de secretos y hurto.

Los hechos ocurrieron poco antes de las seis de la mañana del sábado cuando un testigo avisó a los servicios de emergencias de que una chica estaba siendo violada en grupo dentro de un vehículo estacionado en la vía pública cerca de una discoteca de música latina. Además señaló que los agresores, que se habían turnado para abusar de ella, estaban utilizando sus teléfonos móviles para grabar lo sucedido. Cuando los agentes llegaron al lugar de los hechos, dos de los arrestados se encontraban ya fuera del vehículo y uno todavía seguía dentro con la mujer, que estaba en estado de semiinconsciencia. La joven fue evacuada a un centro hospitalario siguiendo el protocolo por agresiones sexuales. La víctima explicó a la Policía que había coincidido al menos con unos de los presuntos agresores en la discoteca cercana al lugar donde sucedió la violación y que este la invitó a una bebida, pero aseguró que no recordaba lo que había sucedido, ni cómo había acabado en el vehículo, por eso se investiga si pudo tratarse de un caso de insumisión química.

Tras la detención, los Mossos intervinieron los móviles de los tres hombres y accedieron a la galería de dos de ellos donde hallaron fotos y vídeos de la agresión durante la que también hacían comentarios ofensivos e injuriosos contra la víctima. En el bolsillo de uno de ellos también se halló el terminal móvil de la mujer, por lo que se les acusa también de un delito de hurto.

Los tres pasaron ayer a disposición judicial y tras acogerse dos de ellos a su derecho a no declarar el juez ordenó su ingreso en el centro penitenciario de Brians. Uno de ellos tenía antecedentes policiales por delitos menores y no vinculados con los que ahora se le acusa.