ESNOTICIA
Los madrileños huyen a la costa
Pese a las advertencias lanzadas por las administraciones para que la ciudadanía evite los desplazamientos innecesarios y se confine en sus viviendas en la medida de lo posible para evitar la expansión del coronavirus las carreteras madrileñas registraron ayer a primera hora de la tarde colas kilométricas de atascos en las carreteras con destino a Andalucía y València. Muchos madrileños han aprovechado el cierre de los colegios y la posibilidad de teletrabajar para dirigirse a sus segundas residencias a pasar unos días. Estos desplazamientos fueron vistos con recelo en otros puntos de España por el efecto que pueden tener en la propagación del virus.
En Murcia, tras detectar que los 36 nuevos casos de infectados eran de personas procedentes de Madrid, el Gobierno de Fernando López Miras decretó el confinamiento en todo el litoral, lo que afectó a de 376.000 personas y ordenó el cierre de las playas. Uno de los críticos más duros con estos viajes fue el presidente de Les Corts valencianas, Enric Morera, quien los tachó de “irresponsables” por estar “exportando el virus” a otras zonas y que al igual que en Murcia se plantearon el cierre de playas con el objetivo de “evitar aglomeraciones”. Estas medidas e llevaron a cabo en las de Gandía y Cullera que recordaron a los visitantes que “no estamos de vacaciones”. También desde Castilla La Mancha se pidió a los madrileños que “extremen la prudencia y la precaución” tras constatar que se estaban desplazando “en masa” a muchos pueblos pequeños, en esta misma línea se pronunciaron también varios miembros del gobierno andaluz. Pero el enojo no fue solo entre los dirigentes políticos, Twitter también se llenó de mensajes criticando estos desplazamientos y acusando a los visitantes de Madrid de “incivilizados”, “inconscientes” y de poner “en peligro” a otras poblaciones. A través de este medio también se pronunció sobre el tema el eurodiputado Carles Puigdemont que aseguró que era una “gran irresponsabilidad” mantener abierta la ciudad.
Mientras, en la capital española se ordenó el cierre a partir de hoy de todos los establecimientos excepto los de alimentación, las farmacias, los estancos y gasolineras para tratar de frenar la pandemia. La medida afecta a cines, discotecas, restaurantes, salas de conciertos, teatros, salones de juego, casinos, parques de atracciones, gimnasios y bares de copas. No obstante se permitirá que restaurantes y bares puedan repartir comida a domicilio. La región registró ayer más de 2.500 casos de coronavirus y 86 fallecidos y espera un “repunte elevado” durante este fin de semana.
Por su parte, el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, reiteró la necesidad de que los ciudadanos eviten los desplazamientos que no sean necesarios y las concentraciones de personas , sobre los que indicó que “habrá que adoptar medidas más severas”. Por otro lado, los miembros del Gobierno madrileño se sometieron a la prueba del coronavirus después de que una de sus consejeras, la de Medio Ambiente, Paloma Martín.
Urkullu declara el estado de alerta sanitaria en el País Vasco El lehendakari, Iñigo Urkullu, anunció ayer a través de videoconferencia la activación de la “Declaración de Alerta o Emergencia Sanitaria” en Euskadi con motivo de la pandemia por el coronavirus, una medida que abre la puerta a que a partir de hoy se pueda ordenar el confinamiento de personas en sus domicilios, la restricción del acceso a determinadas zonas, o la limitación de servicios públicos o del consumo de bienes. Urkullu aseguró que este estado implica un esfuerzo “extraordinario” para la población, pero añadió que está “justificado” ante la “gravedad” la pandemia, que en Euskadi que ayer ya había causado 14 muertes. También se prohibió el pago en metálico en el transporte público.